Discípulos misioneros: a contracorriente

Vivir a contracorriente requiere de valentía, de compromiso, de responsabilidad. Vivir a contracorriente es el “día a día” de todos y cada uno de los discípulos misioneros, porque requiere superar la apatía, la tristeza, la costumbre, lo que habitualmente, y como siempre se ha hecho así, venimos repitiendo sin demasiado sentido y significado.