En verano, interpelados por la misión

Durante la época estival solemos llevar otros “ritmos” y “velocidades”. Parece que, en parte, el tiempo se “detiene” y que podemos avanzar de manera diferente, desconectados, un poco más ausentes. En algunas ocasiones se trata de vivir una aparente “evasión”, huyendo de las preocupaciones, del ruido, de los silencios, en definitiva escapar.