En todo amar y servir

Este pasado fin de semana celebramos en Salamanca el IV Encuentro de Pastoral Familiar. Un año más compartimos inquietudes, alegrías, esperanzas, nuevas ideas, nuevos proyectos. Siempre se agradece el encuentro con gente maravillosa, abierta, generosa.

Caras conocidas, rostros que rejuvenecen a la luz de la fe, es algo que te llena por dentro, te recarga de energía para seguir trabajando en tu comunidad, para seguir arando la tierra, sembrando semillas, contagiando alegría y esperanza. Porque como dice el Papa Francisco “una evangelización con espíritu es muy diferente de un conjunto de tareas vividas como una obligación” 261 EG*.

Nuestra sociedad necesita familias fuertes, reales, con los pies en la tierra, pero sin dejar de lado a las familias sin tierra, o a las que están en tierra de nadie. Gracias Alfonso por arrojar luz en esto.

No podemos ir por la vida como zombis, tenemos que ser portadores de esperanza, alimentar nuestra vida de fe y salir al encuentro de los demás. Gracias Antonio por recordárnoslo.

Pero para poder ayudar a otros hace falta estar fortalecidos por dentro, para poder dar lo mejor por fuera. Hace falta renovar nuestra vocación pastoral, alimentarla, revivirla y los ejercicios espirituales son un instrumento vital para este proceso. Gracias Damián por ofrecer la oportunidad de hacerlos en familia. Ojalá esta iniciativa sirva de efecto multiplicador para otras comunidades.

También agradecer a Eusebio por compartir los espacios de fe, tan necesarios en nuestra vida, porque “cada vez que se nos abren los ojos para reconocer al otro, se nos ilumina más la fe para reconocer a Dios” 272 EG.

Gracias Fernando, tan lejano y tan cercano a la vez, compartiendo sabiduría y experiencia a partes iguales. Gracias Jesús tan generoso y bueno como siempre, Pedro, Mónica, Virginia, Toñi, Alejandro, Marga, Oliva, Rubén, Ana… gracias a todos. Gracias por todo. Siempre que participo en este tipo de encuentros salgo llena de energía positiva, con ilusión, con ganas de seguir aprendiendo. Es un regalo poder compartir con otros la fe en Jesucristo.  Llevo el corazón lleno nombres, grandes y pequeños, todos importantes para anunciar la Buena Noticia.

“Y es que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas. Porque la vida con Él se vuelve mucho más plena y es más fácil encontrarle un sentido a todo. Por eso evangelizamos” 266 EG.

*Como veis no soy nada original. Las citas las he tomado de la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium (la alegría del Evangelio) del Papa Francisco, concretamente del Capítulo Quinto titulado Evangelizadores con espíritu.

Hasta pronto. Hasta siempre. Un abrazo muy fuerte y grande en Cristo.

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