El país de Alicia

La bloguera cubana Yoani Sánchez

Los blogueros proliferan como las setas en temporada, sólo que en la red todo el año es propicio. Moriremos por inundación. Una vez que tener un blog está al alcance de cualquiera, puntúa curricularmente el no tenerlo. Aun así, está bien el instrumento. Es verdad que contar con un libreto en Internet no nos singulariza, pero tiene su gracia. El talento es de natural escaso, aunque no tanto como se materializa en los medios tradicionales. El periodismo es el milagro de la maquetación y luego está el fenómeno prodigioso de la difusión. Maquetar ya está al alcance de cualquiera, en tanto que la difusión es un hecho de natural complejo, aunque la red lo democratiza y permite intentar el salto mortal. Yo mismo tengo un blog y varias decenas de lectores. Eso no es gran cosa en lo que toca al chisme, pero es fantástico que lo que escriba uno sea consumido voluntariamente por algunos semejantes. Gracias a las tecnologías el periodismo vuelve a sus orígenes, la vanguardia está en el pasado. Mariano de Nipho fue uno de los grandes periodistas españoles del XVIII que se fabricaba sus medios informativos a mano. Otro Mariano, Larra, alcanzó la excelencia en el XIX. Podríamos llamarlos pioneros del bloguerismo. Es cierto que hablamos de periodismo en su rama opinativa, más luego todos los residuos sentimentales del yo. En los blogs es raro el periodismo informativo, porque éste requiere de un esfuerzo de búsqueda, escrutinio y redacción, que escapa normalmente del aliento y las ambiciones individuales. El periodismo verdadero cuesta trabajo y dinero.

Claro que, hablamos siempre del Occidente satisfecho y obeso por consumo excesivo de grasas opinativas. Cosa muy distinta ocurre en países donde la libertad es sólo una aspiración y una aventura perseguida por las leyes vigentes. Cuba, por ejemplo. En la isla, el blog de Yoani Sánchez ha alcanzado una difusión y un prestigio extraordinarios. Generación Y recibe miles de comentarios a cada uno de los post escritos por Yoani, en lo que es un milagro o sencillamente un termómetro del afán de libertad. Escrito en español está traducido a otros cinco idiomas de forma desinteresada por algunos lectores. Su autora, que no es periodista sino filóloga, recibió el año pasado el prestigioso premio de periodismo Ortega y Gasset, que otorga el diario “El País”, aunque no pudo recogerlo porque la dictadura castrista le negó a última hora el permiso de salida. En las últimas semanas, Yoani y su esposo, Reinaldo Escobar, están siendo perseguidos de manera tosca por el castrismo a través de gorilas autorizados y/o aupados por el régimen. Yo soy un lector habitual de Generación Y, no sólo en razón de la denuncia política y social, sino porque a través de su escritura ensartada en lo cotidiano Yoani nos presenta un mirador privilegiado y subjetivo de Cuba. Un hecho así sería inimaginable en cualquier época anterior a Internet, lo que supone una constatación de que las nuevas tecnologías no son el espejo de la barbarie sino un paso titubeante en el camino de la civilización. Les recomiendo que coloquen el blog de Yoani en favoritos y disfruten y sufran a diario con sus historias.

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