Las confesiones de Camps
La geografía de la corrupción es ya un Macondo de aguas pútridas y trajes de marca, de esnife, narices tabicadas, manos largas y cara dura. Entre el “qué hay de lo mío” y el “tú más”, la ciudadanía, más espesa que municipal, más hastiada que sorprendida, ve las noticias en los telediarios sin sobresalto, pero acumulando un resentimiento sordo, que es desdén preñado de malquerencia, hacia los políticos. Claro que hay injusticia en la generalización, claro que hay muchos políticos honrados, pero ya no se sabe si molesta más el servidor que ha salido golfo o el político de partido que excusa y excusa a los suyos, hasta que no queda más remedio que admitir los hechos. Entonces, el político de partido asegura que el manilargo iba por libre, que es un tipo ajeno a ese negociado. Y así andamos, llenándolo todo de mugre, judicializando la política y los periódicos y la vida y dando pábulo a la náusea.
La barca de Camps
La foto. Esta foto, que es parte de un gran reportaje de ocho páginas en la revista “Telva”. Camps en la Albufera, como un personaje de Blasco Ibáñez olvidado por un rato o por un siglo de las perchas de que cuelgan sus trajes y dispuesto a perchar y perchar hasta que el sastre José Tomás haya derivado en torero, hasta que los valencianos le aclamen y vuelvan a reponerlo en su trono de presidente sin tacha. Un jurado lo declaró inocente, y basta, no hay que sembrar más sospechas judiciales, pero a mí lo que hace tiempo que me provoca este hombre es una cosa rara que oscila entre la grima y la pena. Lo escuchas hablar y es un pobre diablo, lo piensas gastando y es como para echarse a correr. Gastando no en trajes, que eso con factura o sin ella, es tonta minucia. Gastando a manos llenas, en obras públicas, en teatros, en centros de artes y letras, como quien en un rapto se agarra de la mano de Calatrava y enloquece de poder y euros. Valencia es una ruina, tal vez no sea la mayor de una España arruinada que cuenta al sur con un continente de eres y despilfarro, pero Valencia es el contraejemplo de lo que podríamos llamar el ideal de austeridad. De modo que yo creo que está bien Alberto Fabra donde está, intentando achicar aguas.
Y está bien Francisco Camps en estas otras aguas, las de la Albufera, perchando y posando para “Telva”, que siempre fue la revista más estrecha para la lectora más timorata, como una “Dunia” o una “Elle” de derechas, en las cercanías del OPUS. Ahora pertenece a Unidad Editorial, el grupo de Pedro Jota y cia, que yo no sé muy bien de qué tribu femenina son estos, quizá de Ágata Ruiz de la Prada y otros trapos. Ocho páginas de Camps, ya digo, en “Telva”, unas confesiones, unas memorias tal vez, un desperdicio de papel. Y en este plan.
Sólo una pequeña matización, Juan Antonio. El jurado popular declaró a Camps no culpable. Parece lo mismo que inocente, pero no lo es.
Ya sabes, Juan Antonio, que este tema me pone los pelos a flor de piel y los nervios de punta. Es cierto, este señor ha sido absuelto, y si queremos que se respeten a los jueces, habrá que empezar por respetar sus decisiones.
Lo que me extraña -y me has aclarado un poco- es que haya concedido una entrevista en Telva, con todos los respetos. Y además en la Albufera, que se lo van a comer los mosquitos.
De este señor creo que ya todo el mundo ha dicho de todo en tu blog. Pero esta imagen se barquero Veneciano en la Albufera no casa con lo que es realmente. La Albufera es una zona donde siguen vigentes las tradiciones. Desde sus gentes sencillas hasta sus costumbres -también sencillas-, hacen un escenario “que no pega” con este hombre. Porque de sencillez nada, y de costumbres (de Vicente Blasco Ibáñez) menos.
Pero claro, este hombre es inocente. Inocente de haber endeudado su Comunidad hasta lo indecible. Inocente de querer hacer de “su” costa el paisaje más vergonzante de Europa. E inocente de ser juzgado por un jurado popular en una comunidad en la que ha ganado por más del 80% de los votos.
un saludo
Cada vez nos parecemos más a Italia. La superaremos. Y a Colombia, incluso.
Y en este plan.
Ya digo.
Me ha encantado
El rey godo Recesvinto, allá por el 660, elabora y cierra el código llamado “Fuero Juzgo” (12 tomos), en él se fijan cuestiones como la igualdad de todos ante la ley, la imparcialidad de los jueces y la prohibición de recomendaciones y sobornos. Según expertos este Fuero es el mejor que había y hubo en Europa durante mucho tiempo. Impone penas consistentes en multas y azotes, y la muy original de la vergüenza pública, que consistía en cortarle al reo el pelo al cero y pasearle por las calles montado en un burro. Lamento que ya no exista esta opción de la vergüenza.
Pero si estuviera en mi mano, yo vestiría a Camp de flamenca, con todos sus volantes y abalorios, le pondría (no sé como) una peineta gitana, y a lomos de una brava jaca lo soltaría por el Real de la Feria de Sevilla. Seguro que cosecharía grandes aplausos y votos (y muchos novios).
No solo los del PP, tambien los del PSoE estan dando la campanada en andalucia. Gastarse veinticinco mil euros al mes en cocaína significa tener una fosas nasales tan podridas como el cerebro de quien es tan lerdo de confesar ante una jueza esas barbaridades (nadie esta obligado a declararse culpable) con el único fin de enmerdar a su socio en las correrías y salir camino del penal con once acusaciones más en los considerandos del auto. Pero transmitir esa supuesta declaración como lo están haciendo en los noticiarios televisivos, radiofónicos, en ciertas crónicas escritas en papel o en internet, además de una grosería es una frivolidad. Y si se hacen cuentas, significa que esos dos descerebrados, un alto cargo de la Junta de Andalucía, y el que se considera como su chofer, consumían, solos o en compañía de otros algo más de medio kilo de farlopa, si tenemos en cuenta el precio de mercado actual.
Y si se hacen cuentas contables, resulta que solamente en estos vicios pequeños robaban unos trescientos mil euros al erario público por año, y se imagina uno que sin comprobantes ni facturas. O sea, esta es la grosería más grande, la compartida, la que nos inunda por todos los lugares. Las cantidades de dinero que se mueven en los circuitos paralelos del poder. La facilidad con la que los cuñados se pueden hacer con inmuebles y evadir en sus declaraciones de Hacienda las correspondientes consignaciones, los desvíos para comprarse apartamentos, áticos, en las urbanizaciones más selectas de todos los lugares donde habitan personajes de esta calaña. Unos robando con la práctica política, sus cómplices y los que lo hacen amparados con la actividad bancaria o especulativa. Y desde luego, el camello de los dos golfos andaluces, debía vivir estupendamente, con unos ingresos asegurados fantásticos.
Cartelera de Teatro. En el María Guerrero, “Luces de Bohemia”, no como esperpento, sino hiper-realismo, actualidad viva. Por dos melopeas.
Señor Tirado, dada la mejoría momentánea que ha experimentado mi estado de salud, me vuelvo a dirigir a usted. Me parece muy bien lo que ha escrito del señor Camps, pero se ha olvidado usted de ese individuo llamado Guerrero y perteneciente a los Rojos, y también de su chófer, que gracias al buen hacer de esa señora jueza apedillada Ayala, han ingresado en prisión por corrupción. Los nuevos tiempos han hecho que las mujeres trabajen, no sólo en la cocica, como mi pobre Encarnita, sino en profesiones de carrera universitaria, y gracias a esta sana evolución tenemos juezas como esa heroína andaluza (y que además, si usted se fija, naturalmente con buena intención, está de muy buen ver). Le escribo, señor Tirado, desde un ordenador que me han dejado en el hospital. Yo no sé utilizar eso que se llama Feisbuck ni tengo Tuist, aunque sí que lo bailé en mi época, alguno de los sábados que mi sueldo en el Metro me permitía salir de diversión con Encarnita. Nada más señor Tirado, he alquilado una televisióon para mi habitación del hospital y voy a ver el partido del Rayo Vallecano. También al Sevilla Buenas noches.
¿Y usted por qué habla siempre de injusticias y nunca se refiere a las que yo padezco? ¿Vió el partido de Villarreal? Volvieron a expulsarme injustamente. Y a Rui Faria, a Ozil, a Sergio… ¿Por qué, por qué, por qué?
Sr. Mourinho: le contesto yo (con cierta tristeza) a sus dolorosos interrogantes. El Madrid con Florentino y Mou se ha convertido en un club impresentable y sus jugadores ( o buena parte de ellos) en una manada de potros despendolados por un capataz colérico y egocéntrico. Si quedara algo del espíritu de Santiago Bernabeu, gentes como Pepe, Ramos o el propio Mou hace tiempo que habían salido del club a patadas en el trasero.
En cuanto a Camps, poco que añadir. El problema de este país es de EDUCACIÓN, y se remonta a los tiempos de Viriato. El listo y estafador es el ídolo; el que cumple, un pringao: El idiota del primo o sobrino, antes que el desconocido preparado.
Geniales los comentarios, como siempre.
Gracias a este degenerado endiosado y su sindrome de los grandes eventos, cierro mi empresa de 14 años este mes de junio y dejo sin trabajo a 4 personas.
Supestamente, claro.