AFORISMOS DE LUNA Y FUEGO (A LA ATENCIÓN DEL LOCO DE LA COLINA). COLABORACIÓN ESPECIAL DE MACAÓN
Ah compañero forjador de prosaicas fantasías, creador de imaginaciones que no sirven, sé que dejaste de buscar lo que no encontraste y eso está bien, hay que existir con lo mínimo.
********
Se debe huir de aquellos que se curan el vacío sin apenas esperar la risa del incrédulo. Es mejor pertenecer al gremio de los poetas mudos.
********
Sucedió el agua de olor y habitó entre nosotros la incertidumbre y agitación, la congoja y el perplejo, hasta llegar a la audacia de vivir sin armazón… y nunca debimos abandonar los lodos de la mar.
*********
Ah compañero, eres un melancólico de secano y deberías taponarte los oídos para no perder el norte de lo que sucede.
*********
Esta vida es sujetada y encima aprieta. Sé que duele el letargo empapado en el pañuelo y pierdes el aire quejándote de la panza, que todo es como raspar un fósforo amortiguado.
**********
La miseria de un niño le interesa a una madre, la miseria de un hombre le interesa a una mujer, la miseria de un solitario viejo no le interesa a nadie.
**********
El azar, que es sordo y mudo, suele poner su talego de oro en la casa del zorro. La casualidad no tiene leyes y si las hay los necesitados la desconocen.
**********
Me resumo como puedo, me doblo por la mitad y recojo porciones de realidad que gimen por los rincones.
**********
Por la noche la gaviota se convierte en araña, el suspiro en tramontana y a la mujer le da por comer algarrobas. También ocurre la dentellada del gusano.
**********
¿Cómo está usted señor despachador de comprensiones ajenas, colocador de sentimientos, bateador de humores varios, reñidor de sueños, chupador de lenguas sordas? Yo bien, y usted. Bien, el dolor no falta, tan estrujado que echo babas de colores.
***********
Es que cuando yo nací mi madre no estaba, decía una pequeña huérfana cuando le preguntaban por su madre.
***********
Conozco el abandono, la estulticia y la indolencia en todas sus maneras, casi vivo de ello, conozco bien sus logros, altos y bajos, su forma de interrogar, sus caricias y desdenes, pero intento no darme cuenta.
***********
Ante los jodidos instintos, la palabra, la razón y la experiencia son cosas huecas.
***********
El reloj ha perdido las horas aplastadas por el peso de los segundos.
***********
Para no sentir el tiempo hay que embriagarse, ya sea de alcohol, de pasión, de quimeras. ¡Oh, ese grito del loco que desconcierta al tiempo!
***********
Los pobres siempre acaban pagando sus pecados, y muchas veces sin haberlos cometidos.
**********
La felicidad es algo inasible que igual sucedió en el vientre de la madre y ahora la buscamos entre las cucarachas.
***********
Bienaventurados aquellos que nadan en ríos de vino y ven lo que no se ve y oyen lo que no se oye.
***********
Un niño judío en un campo de exterminio nazi le decía a su madre: “Mamá, cuando sea mayor quiero ser alemán”. ¿Puede una oveja envidiar al lobo?
***********
Para algunos la muerte es el final, para otros es el principio. La realidad es una cama que cambia de inquilino.
***********
Fumo, toso, escupo. Me miro al espejo. Aparece un espantajo asmático. ¿Cómo se hace para transitar con una fea costumbre?
***********
Me han diagnosticado el mal de Alzheimer, pero yo me acuerdo de todo, y mejor me lo callo.
***********
Pienso que no basta moverse para llegar, e incluso que todos los movimientos son inútiles, vanos. Claro que es posible que el movimiento sea aspiración, o incluso ilusión, de inmovilidad: moverse para permanecer inmóvil.
***********
No sé si el dolor de alma embrutece o tonifica.
***********
Quien dice luz no dice forzosamente alegría. En la luz se sufre, el exceso quema.
***********
Se puede decir de todo, nada nos ahoga, a pesar que sea de espanto lo que se diga. Chorretadas de paganas palabras (como un rollo de pianola sin fin) que distorsionan, despistan, traicionan, pero todo se engulle. Mientras tanto la vida no habla, la vida escucha y espera.
***********
Pensar sin pensar es la mejor forma de pensarlo todo, aunque algo te oprima por dentro.
***********
Las entrañas, el alma, el pensamiento, poco importa que sean perversos, eso no se ve, ni huele, ni hace ruido, pero nadie desea párpados cuarteados, ni manos escamosas, ni labios raleados.
***********
¡Hola eternidad, todo va bien mal!
***********
Pocas cosas tan excitantes como la furtiva mirada de la bella mujer de otro. Sé de miradas que hacen el amor cada día.
***********
El que busca la verdad es el que con más facilidad cae en el error.
***********
Resulta insoportable aguantar más de media hora la desesperación de otro.
***********
El mar y el desierto se asemejan: cada día son distintos, pero siempre son lo mismo: agua y arena. Y a pesar del empeño humano no existe mar o desierto que se deje acariciar.
***********
Debería entrar por el ojo de la cebolla a ver si puedo llegar a las venas de la mosca.
***********
La música del sordomudo, el aplauso del paralítico, el baile del beodo, la huella en el desierto de una serpiente que tiene frío. ¿Quién teme al amuleto de la mala suerte?
***********
De vez en cuando interrogo al infinito: ¿Quién vigila ahí? Creo que la nada. Mejor la nada que alguien que trate de venderte algún arreglo.
***********
Si agito lo razonable siempre quedan huellas de falsedad.
***********
¿Hay que beber el líquido de la mujer para no morir deshidratado?
***********
De la indolencia surge la virtud, de la febril actividad los desajustes. El tiempo vacío es en realidad el único tiempo lleno. Qué sentido tiene manejarse en un mundo de jugadores de ajedrez.
***********
Carezco de dioses y héroes, pero aun así los míos están suicidándose.
***********
¡Cariño, lávame las bragas!
***********
Como los que invocan a los muertos yo me invoco a mí mismo, pero no aparece nadie.
***********
Lo que hacemos no es tan importante como creemos. Nuestros éxitos, a fin de cuentas, no importan gran cosa, aún menos a un amigo. Posiblemente la meta puede ser no tener meta.
***********
La igualdad no existe ni siquiera en los muertos, no hay más que dar un paseo por un cementerio.
***********
Quien se aferra a las remotas mazmorras del pasado, arrastra las cadenas del condenado. De los viajes atrás no se vuelve con nada, a lo más con una pánfila nostalgia. Ningún éxtasis puede resucitarlo.
***********
Nunca hay que despreciar al solitario. En soledad se aprende a dialogar con las nubes, el mar, el viento, los pájaros, y sobre todo con el silencio.
***********
Me encantaría encontrar un espacio, un lugar de encuentro, de ausentes y sumergidos, desviados y arrecidos, tullidos y tarados, delirantes y aborrecidos, licenciosos y sudados, a todas las larvas que van errantes por la oscuridad y todos aquellos que aguardan al verdugo. Crearíamos un nuevo Nuevo Mundo.
“El que busca la verdad es el que con más facilidad cae en el error” y “Cariño, lávame las bragas” son las dos que más me han enamorado. Pero hay aforismos absolutamente impagables. Es una maravilla de selección de filosofía poética.
El loquísimo de la colina
Permítame Macaón que me quite el cráneo ante su colaboración. Por lo menos me quitaré el sombrero, que es con lo que pienso. Me he quitado el hongo y lo he colgado en el perchero. Y ahora vuelvo a releer su escrito, esa maravilla fragmentada, más próxima a Ciorán que a Ramón Gómez de la Serna, pero también hay algo de greguería. Tiene usted mucho talento, amigo, es tan bueno ese manojo de pensamientos que quizá ello explique la escasez de comentarios. ¿Qué decir ante un puñado de frases tan bien acabadas? Pues que amén. Siga usted asombrándonos, viejo amigo desconocido, y a ver si el blog vuelve a tomar vuelo y temperatura, sino como en los mejores tiempos, al menos como algunos otros que también han sido buenos. Y no digo más.
Macaón, hace tiempo que Vd. y yo nos conocemos. No me sorprende su talento (“Hay que vivir con lo mínimo”, “La meta puede ser no tener meta”, “el tiempo vacío es en realidad el único tiempo lleno”, y así hasta una montaña -tal vez demasiado alta- de greguerías virtuosas y variadas. No obstante, como si agitamos lo razonable siempre quedan huellas de falsedad, me gustaría conocer la cara B del que desea crear un mundo nuevo junto a ausentes y sumergidos, desviados y arrecidos, tullidos y tarados, delirantes y aborrecidos, licenciosos y sudados y larvas que van errantes por la oscuridad… sus iguales, supongo. O eso es lo que Vd. nos hace pensar.
Amigo Macaón, le doy mi puntuación, como si de Operación Triunfo se tratara, y le ruego se deje ver algún día por esas vigilias que nos prepara D. ya sabe Vd. quién. Aquí van mis votos, de 0 a 10: 7, 5, 7, 7, 5, 8, 4, 5, 7, 5, 6, 6, 7,6, 4, 7, 7, 7, 8, 5, 8, 6, 6…. A ver, que creo que me he equivocado o me he saltado alguno ¡Dios, Macaón, es Vd. demasiado fecundo, tengo que terminar de pintar el pasillo y los aforismos no acaban. Le doy un notable alto general y le felicito por ese “Cariño, lávame las bragas”, que se merece una matrícula de honor. Y para que haya tanta arena como cal, haga el favor de no escribir zapateradas (eso del viento, el silencio, las nubes, etc.) Lo dicho, ansiosa estoy por escuchar esa cara B. Le saludo con un afecto tan antiguo como nuestras mismas desgracias. Suya.
Agradecido por sus comentarios, pero le aseguro señorita Pilar que su literatura me supera en mucho. Lo mío son frases que no van más allá. No tengo caras para mostrar. Me veo tan simple como un tinto con casera, un ignorante desconcertado.
No estoy seguro si soy un infeliz que parece contento, o un feliz descontento. Lo mismo soy un aburrido desganado. Podría decir que hay que vivir con ilusión, pero sin hacerse ilusiones, pero tampoco creo mucho en esta tonta frase. Alguien dijo que la amistad es quebradiza, el amor liviano y la vida efímera. De esto empiezo a estar seguro. Le devuelvo el afectuoso abrazo. Hasta siempre. No sé decir más.
Usted escribe muy bien, Macaón, eso no es un secreto y además no es poca cosa. Es lo principal. Decía García Márquez que “único deber revolucionario de un escritor es escribir bien”. De manera que vaya eso por delante. Luego, en la ristra de aforismos que usted escribe, hay de todos, unos con más fortuna y otros con menos, pero siempre dentro de un conjunto notable. Hombre, Macaón, no le voy yo a usted a decir que sea Ciorán o La Rochefoucauld, que ni yo quiero engañarle ni usted que es muy inteligente se iba a dejar engañar. Dicho lo dicho, quiero felicitarle por el alto vuelo de su escrito. Entre filigranas y ocurrencias, entre lo serio y lo grave, me quedo con una sentencia sublime: “La miseria de un niño le interesa a una madre, la miseria de un hombre le interesa a una mujer, la miseria de un solitario viejo no le interesa a nadie”. Eso es la vida, amigo, y ese el camino que nos toca a todos. Supongo que también a usted. Mi felicitación.