Las elecciones andaluzas
Luis Eduardo Siles
(Por su interés retrospectivo reproducimos el artículo que publicó Luis Eduardo Siles en “El Correo de Andalucía” el pasado 15 de marzo).
Andalucía es una tierra creativa e imprevisible, contraria a la lógica y a las sofemasas, espiritualmente apegada al arte, a la imaginación, al flamenco, a los toros: y a sus tópicos, que unas veces son verdad y otras mentira. La condición de lo imprevisible está en la genética de lo andaluz. Nunca se supo en el momento de tomar la primera copa de finolaína el grado de inspiración que alcanzarían aquella noche los fandangos cantados por Paco Toronjo. Y a las cinco menos cinco de la tarde ningún espectador de la Maestranza podía presagiar el nivel del toreo que aquella tarde alcanzaría Curro Romero. Uno de los goles más decisivos de la historia del Sevilla lo marcó Andrés Palop, el portero. Andalucía, sí, es así.
Por eso nadie lanza un pronóstico con rotundidad a estas alturas sobre quién gobernará Andalucía después del 25-M. Las encuestas y la lógica electoral tras las municipales y generales apuntan decididamente al PP. Pero esto es Andalucía. En la Sierra de Huelva, por ejemplo, hombres del pueblo se suben por la noche a los árboles para colgar entre rama y rama pancartas rojas en las que se lee: Vota PSOE. Esos ciudadanos de la Andalucía rural saben que llevan años llamándolos incultos por defender esa opción política. El voto de la España rural, dicen despectivamente. Un voto de iletrados. Vale –para quienes eso afirman– el voto de los vecinos del barrio de Salamanca de Madrid: el culto, el sosegado.
El PP, con el camino tan llano esta vez hacia la victoria, no puede evitar aún sentir cierto miedo escénico en Andalucía. El primer síntoma, tal vez, fue la ausencia de Javier Arenas en el debate convocado el lunes por Canal Sur TV, al que únicamente asistieron José Antonio Griñán y Diego Valderas. Juanito Gómez, que era de Málaga, dijo en cierta ocasión: “90 minutos en el Bernabéu son muy largos”. Una campaña electoral andaluza es también muy larga. E imprevisible.
El PSOE andaluz no atraviesa un buen momento. En los instantes en los que más necesitaba de la épica, recurrió al vodevil, con José Antonio Viera como primer actor. Pero en Andalucía se puede dar el caso de que las elecciones no las ganen los políticos, que también, sino el pueblo, la gente, los peatonales. El PP nunca se ha sentido cómodo políticamente en Andalucía. Porque esta comunidad no es sociológicamente como Madrid. A finales de los años 70 había barrios madrileños que votaban mayoritariamente al camarada Amancio Cabrero (ORT, Organización Revolucionaria de Trabajadores) o a la inolvidable Pina López Gay (LCR, Liga Comunista Revolucionaria). Pero desde hace lustros, cuando Tierno Galván ascendió a los cielos, esos barrios se convirtieron en una prolongación de la casa de Gallardón o de Esperanza Aguirre.
Pero ese fenómeno no se ha dado en Andalucía. Por eso, pese a estar tan claros los resultados en las encuestas, las elecciones andaluzas resultan imprevisibles. Por la gente. Por los andaluces a los que cantaba José Hierro en su poema: “Deseaba que odiasen / porque los vivos odian. / Los vivos perdonan. / El hombre es fuego y es lluvia. / Lo hace el odio y el perdón. / Indiferentes: Ojú qué frío. Los andaluces”. En Andalucía no funcionan las estadísticas, porque esta tierra sólo admite una lectura poética.
Muy bueno, maestro. Como un silencio de Maestranza.
Tengo una buena amiga andaluza que durante toda la semana pasada me decía todas esas cosas, no de corrido, como Luis Eduardo Siles, pero sí poquito a poquito, entre saludos y pausas en el trabajo. La misma idea: la singuralidad del electorado andaluz y su relación con el PSOE y el PP. Y me advertía: no se puede transladar a Madrid, donde vivimos las dos. Sin embargo, ambas al final de la conversación, hacíamos más caso a las encuestas que a la intuición. Interesante la lectura de este artículo después del día D.
Por cierto Pina López Gay, no fue de la Liga Revolucionaria, sino de la Joven Guardia Roja, compañera mía de filas. Ella en las alturas, secretaria general y yo, cuadro medio, que llamábamos entonces. Y me temo que nunca fue votada mayoritariamente, siempre fuimos minoritarios pero llenos de poesía, como `parte del pueblo andaluz. Lugar dónde siempre me he encontrado en mi tierra.
Tirado, yo necesito una persona que sepa leer los partidos como este señor lee la política. ¿Quién es, me puede facilitar su móvil? Yo estoy ya harto de Rui Faria, que lo expulsan en todos los partidos. Y creo que yo tengo cierta vena poética. En la rueda de prensa de ayer en Chipre dije: “Los técnicos soñamos cuando los jugadores nos hacen soñar”. Yo necesito a alguiern que me enseñe a decir este tipo de frases hermosas, no sólo a meterme con los árbitros, pero no lo encuentro. ¿Por qué, porqué, porqué?
Algunos tertulianos, políticos, periodistas y ciudadanos en general, se estén partiendo el pecho de risa. Bueno, unos de risa y otros de rabia. De risa los que consideran salvados por la campana sus puestos de enchufe, los que han pasado unos meses de angustias viendo como todas, ojo al dato, todas las encuestas, de la tendencia política que fueran, daban al «campeón»» Arenas, logrando la mayoría absoluta. El descalabro del PSOE, la victoria histórica, el mapa de las comunidades autónomas todo de azul,excpeto vascos y catalanes. Pues, por lo visto tras los resultados de la gran encuesta con las urnas, todas han fallado. Y estrepitosamente en algunos casos.
Es un buen momento para preguntarse una vez más sobre la fiabilidad de las encuestas, de la manera en la que se realizan, por las mentiras que los encuestados supuestamente dicen, o las que la propia encuesta induce porque parece que se parte de una idea previa: debe dar el resultado que convenga al que la paga. Y hasta se utilizan esas encuestas como parte de la campaña electoral. En este caso y en todos. Pero en estas circunstancias y coyuntura político-económica, con una huelga convocada, con unos presupuestos del estado secuestrados como parte de la propia campaña electoral y que se conocerán en pocos días para confirmar la escalada de radicalismo neoliberal de Rajoy y sus caimanes, estos resultados electorales abren el debate de nuevo sobre la opinión pública, la publicada, el voto, la abstención y el propio sistema electoral que tiene agujeros profundos en cuanto a calidad democrática.
Tan solo la mirada de un andaluz y desde Andalucía podía ser tan clarividente. A esto se le une una prosa poética, sensible, lúcida, que hace del artículo de Siles un testimonio imprescindible.
Quienes desconocen la historia sociopolítica e idiosincrasia del pueblo andaluz tal vez se asombren de estos resultados. pero las generaciones no olvidan (aunque tal vez perdonen).
Las encuestas no conocían la retranca del andaluz, la gracia y la sorna con que utilizan el doble lenguaje, y se creyeron los resultados. Andalucía ríe, baila, tiene güasa, pero también tiene memoria y valentía. A Andalucía le podrán quitar casi todo, pero nadie les quitará la sonrisa y la dignidad. Recordemos la película “El silencio roto” de Montxo Armendáriz, en la que el protagonista nunca quiso que le quitaran la sonrisa.
Tal vez muchos digan ahora: “Váyase, señor Arenas, váyase a la Comunidad Valenciana o a la de Madrid, que sólo allí están los de su clase”.
Salud y un brindis para mi Andalucía y para el andaluz Tirado por recoger en su blog este artículo!!.
Ojú, los andaluces!!!.
–Felicitaciones para el buen augur, aunque no nos cuenta si sus métodos adivinatorios están basados en el vuelo de las aves, la zurrapa del café o el hielo del güisqui (la sociología es un cuento moro). Por mis lecturas bíblicas yo también intuía lo que fue. El nombre Eclesiastés, texto atribuido al rey israelita Salomón, proviene de una palabra griega que significa “aquel que participa en la asamblea”, en su capítulo XXVII, versículo 12, dice: “El loco cambia como la luna, el sabio permanece como el sol”. Andalucía es sabia.
Señor Tirado, usted sabe la admiración que le profeso y lo mucho que me gustan sus artículos. Por eso no puedo más que lamentar que haya usted colgado en su blog este tremendo desatino. El artículo no tiene sentido desde la primera línea hasta la última. El articulista sostiene que Andalucía sólo admite una lectura poética, porque en su ignorancia debe creer que el Estatuto andaluz está escrito en verso. Nos advierte, eso sí, de que los rojos andaluces están subidos a los árboles. Dice que están allí para colgar pancartas, pero yo creo que están entre las ramas como Robin Hood… Yo temía que don Javier Arenas no conseguiría la mayoríia absoluta, no se vaya usted a creer. Porque en Andalucía lo que gustan son líderes como Queipo de Llano, gente de carácter, con capacidad de mando y de convencer a la gente con su oratoria. En el centro sólo juega bien el Barça y ya sabe usted que a mi me aburre. Hay que atacar por la derecha, como hacía mi muy admirado Amancio. Eso sí, tengo que formular una matización, con todos mis respetos a Doña Paloma. Yo tuve un amigo que pertenecía a la Policía secreta, y que venía al Metro para arrestar a los que vendían el ‘Mundo Obrero’, llamado Fernando Vizcaíno. De las conversaciones que mantuve con este señor, por desgracia ya fallecido, me enteré de muchas cosas relacionadas con los partidos políticos clandestinos. Entre ellas: La Joven Guardia Roja acogía a los jóvenes de la Liga Comunista Revolucionaria. Es como las Nuevas Generaciones respecto al glorioso PP. Estoy de acuerdo con doña Paloma en quee nunca los votaba nadie. Por el bien d3e todos, claro. Y voy a dejarlo, señor Tirado, que ya conoce usted mi delicado estado de salud por mi avanzada edad y además dentro de un rato juega el Real Madrid en Chipre. Sólo enviarle un saludo, y lamentarc una vez más este artículo que usted nos ha hecho leer y que supone un absoluto despropósito. Es mentira hasta que los andaluces pasen frío y digan ojú qué frío, porque gracias a los Planes de Desarrollo del Generalísimo, todos se pudieron comprar una Butater. Saludos, señor Tirado.
Admirado Macaón: nunca pensé que el resultado electoral estuviese profetizado en la Biblia. Mi incultura al respecto me ha llevado a hacer una lectura sociológica. Con todo, tu sabiduría no creo que provenga sólo de su intelectualidad sino tal vez porque estés iluminado por el sol de Andalucía.
A Juan Martínez Pérez le diría que su crítica al sistema electoral coincide con los argumentos esgrimidos desde el PP, tal vez por su derecho a la pataleta. Pero debemos ser cautos al respecto, porque existe una difusa línea que divide la crítica al sistema electoral respecto a la del sistema democrático. No debemos olvidar que tanto en Andalucía como en el resto de España aún vivimos en Democracia (pese a quien pese).
Salud para los comentaristas y especialmente para Don Pancracio (aunque de memoria está usted sobrado)!.
Señor Pancracio sus fuentes franquistas no son de fiar . Los de La joven Guardia Roja ,juventudes del PCE(internacional) eran estalinistas, mientras que la Liga Comunista Revolucionaria es, y sigue siendolo hoy, una organizacion troskista. Stalin exilió primero, y despues mando matar a Trosky en Mexico, por medio de Ramon Mercader,comunista catalan.Eran por tanto enemigos acérrimos. Sus amigos policias ademas de detener torturaban y asesinaban a los democratas y ahora continuan impunes y dando lecciones de democaria para mayor inri.
Señor Tirado, disculpe que vuelva a dirigirme a usted. Pero me veo obligado a hacerlo por lo que considero el tono destemplado de las palabras del señor Martínez Pérez, que en absoluto achaco a él, persona siempre reflexiva en sus comentarios, sino a la confusión que provoca el desafortunado artículo del señor Siles. Don Juan, por sus apellidos no sé si será familiar de don Francisco Umbral, aquel rojo que se reconvirtió y murió en paz siendo marianista, señor Martínez Pérez, decía, me habla usted de troskistas y estalinistas que se odiaban. Pues bien, pudieron hacer una guerra entre ellos, en lugar de venirse a España a hacer la guerra civil. Por lo demás, dejemos en paz la memoria de mi amigo policía Fernando Vizcaíno, que el pobre corría detrás de los chalados que gritaban en el Metro “prensa obrera, Mundo Obrero”, que son los que ahora tratarán de sacar la mejor tajada en el Gobierno andaluz. Muchos recuerdos y buenas tardes.
Señor Pancracio, me obliga usted a intervenir que es cosa que no está en mi natural y discreto estilo. Le ruego que deje en paz al señor Siles, al que la Junta de mi tierra, como mínimo, debiera nombrar Consejero Futurólogo o algo parecido. Dice usted que está enfermito, no lo dudo y espero que pronto cure, pero me lo imagino, aparte de cascarrabias, muy agustito en la cama midiendo las carnes de las enfermeras y empapándose de “Hazañas Bélicas”. Si se cansa le mando una copiosa colección de Roberto Alcázar y Pedrín que a mí ya me estorba, pero deje en paz al señor Siles.
La demoscopia detectó una tendencia que se sobrevaloró al traducirla en escaños. Entre otros factores, hubo menor participación en Andalucía. Probablemente gobernará el candidato del segundo partido, quien ya gobernaba sin haber sido candidato en las elecciones anteriores. Por tanto, aparte de sorpresa de las encuestas, nada fuera de la letra y las reglas escritas.
En Frankfurt, Bruselas y Berlín, en cambio, los gráficos y los números de España, en cuesta muy pronunciada, predicen la conveniencia de buscar un posible candidato para nuestro país. La regla de Merkel. Monti remonta.
Esto, por supuesto, son quinielas.