Cuba
Yoani Sánchez
He andado estas dos últimas semana ocupado en la elaboración de un reportaje sobre Miguel Hernández, tan absorto que no he encontrado una hora para dedicarla a los gratos menesteres de la bloguería andante. De modo que vayan por delante mis disculpas por la espera. En el discurrir de los días se me ha hecho viejo un asunto que, aun así, no dejaré que se me escape: la muerte en una cárcel de Cuba, tras una huelga de hambre de 86 días, del disidente Orlando Zapata Tamayo. Según declaró Reina Luisa Tamayo, madre del preso de conciencia, los militares habían tenido a Orlando durante 18 días sin darle agua.
Les he recomendado en alguna ocasión el blog de Yoani Sánchez, “Generación Y”, y vuelvo a hacerlo de modo encarecido, por lo que tiene de ejemplo de cómo desde la precariedad es posible enfrentarse a la desmesurada e inútil fuerza de un régimen decadente y criminal como el castrista. Los medios de comunicación cubanos ignoraron, al menos durante los primeros días, el suceso, pero una bloguera de calle, con un ordenador, un lápiz y una pequeña cámara se acercó al lugar donde la madre del disidente muerto vestía a su hijo para el último tránsito y transmitió al mundo (no a Cuba, donde el blog de Yoani está bloqueado) el pálpito, la emoción y la rabia de ese instante conmovedor.
He estado dos veces en Cuba, y la amo. Me fascina especialmente la Habana, ese Cádiz con más negritos que cantara Carlos Cano, de la que cuando retorna uno se trae ya para siempre una puñalada de añoranza en el alma. A quienes no acabo de entender es a los intelectuales del ideal que todavía algunos (véanse como ejemplo las recentísimas declaraciones de Guillermo Toledo) nos vienen con la alabanza del comunismo merengado y tropical, esa mentira que tiene ya medio siglo, una impostura para soñadores progresistas a piñón fijo, que recuerdan al filósofo Jean Paul Sartre, que volvió de Moscú contando la buena nueva del régimen soviético, la tiranía perfecta que tan cabalmente lideró el papaíto Stalin.
El comunismo cubano ha sido un paso de la dictadura a la dictadura, de Batista a Castro. A finales de los 50 del siglo pasado la isla era el burdel de América, hoy, en esta época más global, es el burdel del mundo. Es verdad que el nivel de escolarización es admirable (otra cosa es lo que a los cubanos se les deja leer), ese ha sido el gran logro de la revolución. En el aspecto económico, desde el siglo XVIII Cuba se codeó con las potencias de la zona como Costa Rica o Panamá. Hoy su sitio está junto a Haití o la República Dominicana. Así se escribe la historia, esa que no absolverá a Fidel.
Cuando pienso en Cuba, me viene la imagen de un coche clásico por las calles de la vieja Habana y alguien sentado tranquilamente, en el quicio de una puerta.
Pues “El Caribe” me trae tranquilidad, la falta de prisa. Como todo el mundo sabe, en el Caribe se vive a otro ritmo.
Los presos de conciencia, presos políticos, son luchadores de sus ideas, no se si algunos revolucionarios o como dice Guillermo Toledo, terroristas.
Guillermo Toledo, ha sido linchado por la prensa, expresar su pensamiento, equivocado o no, lo que ha hecho es uso de su libertad de expresión, pero que yo sepa todavía no ha matado a nadie.
Para Venezuela, Méjico y otros países, ETA es una luchadora por la independencia, aunque para nosotros sean despreciables asesinos.
De el Che Guevara, revolucionario y tantas veces laureado como defensor de la libertad, me viene la imagen de un fusil en la mano, recorriendo toda America en lucha por la libertad. ¿Matando por la Libertad?
¿Es la misma imagen de Gandhi, o de Martín Luther King, o de tantos otros que defendieron un ideal?
Para mi se pierde la razón cuando se mata en nombre de esta o la otra idea, que no de Ideales, que no tiene nada que ver.
No se quien era Orlando Zapata, tiene mi simpatía, pero puede que sea solo un grano del granero de la libertad, que con el paso del tiempo evoluciona hacia la utopia, por que la igualdad, el respeto a los demás, es solo una falacia inalcanzable.
Fidel no es eterno ni lo será, pero respetemos a Zapata y a Willy Toledo,
Lo único bueno de las dictaduras -y de los imperios, sin entrar en mayores análisis históricos- es que les ocurre como a los puertos de montaña en ciclismo: ninguno es eterno.
Sí, el ejemplo de Stalin (que nunca encarnó el ideal marxista, que tenía mucho de bueno salvo en su antropología in-trascendente) es adecuado: eliminó disciplinadamente a más de seis millones de compatriotas. Un logro horroroso.
Cuba ha exportado médicos -si son buenos o no para nuestro estándar es muy cuestionable, he ejercido al lado de muchos y a casi ninguno le confiaría la vida de un familiar o un amigo- a medio mundo. Algo mal debe haber ahí cuando la mayoría intentan no volver. Y les narraré una anécdota: los cubanos no tienen penicilina para sus enfermedades pero los jerifaltes disponen de los antibióticos más sofisticados en sus unidades de cuidados intensivos, igual que nosotros. Es lo que se llama sociedad igualitaria.
Resulta casi loable cómo la desatada y cantarina derecha proclama y exige libertarios derechos vitales a los ajenos muertos por ideas. Los arropados en la luenga franquista sombra nunca lloraron a los hispánicos obreros muertos. Ahora resulta que les asfixia la falta de aire. El viejo principio humanista “lo que le ocurre a uno nos ocurre a todos” ahora parece poseer nueva paternidad ideológica. En fin… esta derecha que todo lo transforma en mercancía… El enojoso, lamentable y desgraciado asunto Zapata. A muchos nos duele Cuba. En situaciones tales pocas veces se manifiesta con tanta claridad la eterna y dolorosa contradicción entre corazón y razón. Entre conciencia y sentimiento. ¿Cómo guiarlo todo hasta el cercado de las palabras de la noche? De la contradicción surge la paradoja. Con la paradoja (el absurdo) acaban los tópicos, los estereotipos, los sistemas, las mentiras… y triunfa la vida. Mientras tanto… dolor que la muerte sea real.
médico, me sorprende tu comentario sobre los médicos cubanos. Pensaba que tenian una buena formación. Quizá tambien eso es mentira.
hola¡ personalmente no conozco Cuba y su r´wgimwn castrista perso sí conozco las ruinas del comunismo alemán, ése que venido de la URRSS prometía el paraíso . Cuando recorres el antiguo muro de Berlín tanto dentro como fuera de la ciudad, más que paraíso aprecias el horror de una dictadura tan represiva como cualquier otra de derechas. Nada más regresar de Alemania me hizo realmente “gracia” leer las declaraciones de Francisco Frutos en las que afirmaba que cualquier conflicto relacionado con el muro de Berlín era pura demagogia. ¡que falta de respeto hacia la gente que vivio aquel inforno, hacia aquellos que murieron intentando atravesarlo y hacia aquellas familias separadas durante décadas por el “paraiso”. Recomendaria a Frutos,, Toledo y todo aquél aférrrimo de este tipo de dictaduras que se fuesen a Cuba a ver que les parece la experiencia, eso sí siempre y cuando no formen parte del “partido”. ¡animo valientes de m..,con perdón¡
Hubo un tiempo en que había en España, seguramente, más castristas que en Cuba.
El asalto al cuartel de Moncada en Santiago (hoy mitad escuela y mitad museo), la granjita Siboney donde durmieron la víspera los asaltantes, los barbudos de Sierra Maestra en su camino a La Habana, la huída del dictador Fulgencio Batista (que murió 14 años después tranquilamente en Marbella), la revolución, el triunfo del pueblo sobre la tiranía. Era todo un ejemplo para los jóvenes de la España franquista.
Hoy sabemos que todo eso no pasó de ser un sueño. Y un camelo.Cuba vive instalada en la mentira y en la miseria. Y hoy sabemos, también, que un tirano sucedió al anterior.
La tiranía de la Cuba de Castro no tiene nada que envidiar a ninguna otra conocida. Cualitativa y cuantitativamente.
Las declaraciones de Toledo y, sobre todo, el odio y el resentimiento que destilaba su cara cuando las hizo no hacen pensar otra cosa que: o es un sectario irrecuperable o un perfecto ignorante. Apuesto por lo primero. De asco.
Noto una cierta obsesión, ¿enfermiza quizá?, en Macaón.. ¿Qué pinta aquí la derecha cantarina, qué obsesión lo de llevarlo todo por el mismo carril? Coño, me suena a aquella letanía del franquismo, los enemigos de España y la conspiración judeo masónica. “El enojoso, lamentable y desgraciado asunto Zapata” escribe Macaón. ¿Enojoso para quién, para los Toledo/Macaones? ¿Lamentable y desgraciado? Parece como si todo hubiera sido obra de la divina providencia, como si los hermanos Castro nada tuvieran que ver en el tinglado? Por lo demás, y ya que entramos en tópico de hemiplejía intelectual, a Cuba ya no lo defiende casi nadie, ni a derecha ni a izquierda, salvo una cierta izquierda residual y fantasmática que no ha asimilado todavía la caída del Muro de Berlín. Falta de reflejos, no más.
Yo estoy con Macaón. Casi siempre estoy con Macaón. Aquí hay, me da, mucha mayoría silenciosa que no escribe, pero lee. Yo también soy Macaón, para lo que haga falta.
He seguido con inquietud la huelga de hambre de Osvaldo Zapata Tamayo desde el blog Voces Cubanas y desde el Blog Generación Y de Yoani Sánchez. Morir por la libertad, por la dignidad del ser humano tantas veces olvidada, por la paz, por todos es cosa de GENTE DE OTRO MUNDO, DE GIGANTES. Le envié un e-mail a Yoani preguntando ¿Qué hacer? Contesto: “CUENTALO BIEN ALTO Y BIEN LEJOS QUE LO SEPA EL MUNDO, EN CUBA SE MUERE DEL DELITO DE QUERER SER LIBRES.” En F
fin aqui os lo cuento y de paso os recomiendo los blogs menciondos antes. Divulgadlos entre vuestros amigos, enemigos, conocidos y desconocidos, que todos sepan que en Cuba se está cometiendo un genocidio en arras de un régimen absurdo y deleznable. Besos
Estoy en contra de los regímenes represores, estén en Cuba o en la China. Contra aquellos que dejan morir de hambre a las personas.
Pero creo que tambien podríamos pedir explicaciones a los que plantean la huelga de hambre (la amenaza de martirio) desde sus organizaciones.