Como chinos
En el fondo esperamos que la crisis se evapore al modo en que se va un nublado, que escampe tras la tormenta y vuelvan los días de sol. Ha ocurrido otras veces, se antoja ley económica, ley de vida: todo lo que sube baja, todo lo que baja sube. No parece que esta vez vaya a ser tan fácil, basta ver cómo se demoran los plazos, cómo lo que se sospecha luz al final del túnel es engaño de los sentidos.
Esta crisis es distinta a las demás y lo extraño es que haya tardado tanto en producirse. No es solo lo que hagamos por aquí para salir del aprieto, que también, sino lo que hacen los nuevos actores internacionales con los que competimos. Brasil, Rusia, India, China… el llamado BRICH emerge como un coloso económico dispuesto a comerse la merienda de Europa. Y lo cierto es que tienen muchas ganas de merendar y un poderío naciente muy lejos de nuestra declinante situación. Son potencias en ciernes que compiten de modo marcadamente desleal. China, por ejemplo. China viene creciendo a un 10 por ciento anual, sin sindicatos, sin derechos laborales. El libre mercado sostenido por una férrea dictadura: la cuadratura del círculo.
China compite deslealmente fuera y dentro. Aquí están desapareciendo de modo irreparable las tiendas de ultramarinos de toda la vida, las panaderías, las chuches. Todas estas pequeñas superficies están quedando en manos de los chinos, que durante cinco años no pagan impuestos por sus establecimientos, que incumplen las más elementales reglas del comercio, empezando por los horarios. Llegará un momento en que el comercio se divida en dos: Chinos y Corte Inglés, hasta que el Corte Inglés lo compren los chinos. No es cosa de tomárselo a chiste, el mundo está cambiando y nosotros no nos enteramos. Derrotada y humillada la construcción, con el comercio pequeño y el sector textil en manos ajenas, ¿en qué universidad estudian los talentos de la I + D + I que nos ayuden a encauzar nuestra economía? No dudo de que en la universidad se estén haciendo cosas, de hecho sé que es así, pero no parece que sea suficiente para dar vida a un aparato productivo en serios apuros. Sacar a colación el espíritu de Zapatero es una tentación a la que muchos se agarran. Pensar que el señor de las cejas es el culpable soberano de esta gran crisis es bastante naif. A ZP se lo van a tragar las urnas, afortunadamente, pero está por ver que el sol aparezca al día siguiente. Por lo menos servirá de mejoría transitoria, algo es algo. Si acaso convendría ponerse a trabajar en seguida para no tener que ver la mañana en que El Corte Inglés también sea de los chinos. Para entonces serán nuestros hijos los que trabajen como tales. Como chinos. Y para los chinos (y los otros actores del BRICH, o lo que venga).
Ni chinos, ni prochinos. Lo proclaman las Gracias, los Zelotes y los Vientos. Rajoy salvará a este país. ¡Ya se acerca, se va acercando, la libertad, la justicia, prosperidad y riqueza! Imagino la secuencia: el balbuciente y prognatado Rajoy a lomos del asna de Baquaam, de adolorido relincho, entrando en los tabernáculos, disparando al cielo una pistolita de triquitraque y gritando: ¡¡Frijoles para todos!! (el mezcal sólo para íntimos)… y el gallo saldrá de su marasmo para cantar siete veces con estridente gorgoteo: ¡aquella casita gris en el oeste!
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P.D.:
¿Por qué estoy aquí? Pregunta el silencio
¿Qué hacer? Repite el eco vacuo.
Macaón se despide “seor” Tirado. Atravesará trochas, cárcavas y serrijones buscando el aullido del lobo: gemido supremo, trozo de eternidad, lo más hermoso que ser vivo puede escuchar (también está el búho cuando entona su grave endecha y/o el quejido del mono quebrando el amanecer). Luego espantaré gaviotas, esas malignas aves de Prometeo. Salud a todos.
No debiera usted irse, Macaón. Si ve la última escena de la película ‘Valor de Ley’, de los hermanos Coen, dice: “La vida se va”. Es la vida la que se va. La que nos deja. La que arrastra poco a poco a nuestro entorno. La que acabará con nosotros. La vida va en serio, escribió Jaime Gil de Biedma. Ramón (Gómez de la Serna) siempre se tomó, sin embargo, la vida como un juego. Juguemos, si usted quiere. Choque esos cinco. Macaón, siempre que lo he leido he percibido que tiene usted alma. N o se vaya. Ya se arreglará la vida por sí sola. Es la vida la que se va. La vida, esa pasión inúltil. Espero/esperamos su próximo comentario, Macaón.
Macaón no debe irse, Francisco tampoco. Que no se vaya nadie, pero el asunto de los chinos no es para mirar para otro lado. De hecho, imposible mirar sin verlos, los chinos nos han invadido hace tiempo. Y no es cosa de hacer un racismo de chinos. No, los chinos son sólo un arquetipo. Quienes han llegado hace mucho son los bárbaros. Y nosotros durmiendo la siesta. Por cierto, en mi barrio hay una peluquería de chinas. Abre de lunes a domingo y de 9 de la mañana a 9 de la noche. Cobran seis euros por un peinado. Si dijera que no hemos notado la competencia mentiría. Mentiría como una bárbara.
No hay duda de que esto será así, ya esta para eso Norteamérica disputandole el imperio económico con ataque frontal a China con las revoluciones de los paises islamicos que promueven y avalan, como siempre aliándolas con la religión.
Luego usarán el truco del almendruco, de su HUERA Y CACAREADA democracia para que el pueblo chino se subleve, ya hay antecedentes. Imponer una democracia es tan fascista como sostener una dictadura, que es lo que hizo en ESPAÑA a cambio de unas bases. Será pues salir de MALAGA PARA ENTRAR EN TORREJON.
Que si, que si, que no se puede detener el progreso, que la España de antes era una grande y libre, pero cuando nos pedían en el colegio para el Domund, los chinitos y los negritos, no hacíamos mas que invertir en el futuro.
Ahora compramos mas barato y a todas horas.¿llegaron tarde con las Parkas Coreanas made in Pakistan?
La historia de verdad empezó con los reyes magos de Oriente, que yo estoy convencido que eran cuatro, por que viniendo de Oriente no tiene lógica que no tengamos un chinito y si un negrito, anda ya. Seguro que eran cuatro y el chino se quedo por el camino y monto un todo a cien o un restaurante o un… vete tu a saber.
Aquí se empezó con los restaurantes, jo como molaba, comer con palillos y por pocas pelas, gracias a eso podíamos invitar a una titi y tirarnos el moco,
Los todo a cien fueron la revolución, gracias a ellos los compradores compulsivos llegaban a fin de mes.
Y que me dicen de la capacidad de adaptación, algunos tienen hasta cuenta en el chino de la manzana, bueno en mi manzana hay mas, el chino, chino, el de todo a cien, uno de bolsos, la de las uñas postizas, los ultramarinos que ya se pueden llamar ultramaschinos y que tienen hasta productos latinos, y vamos no les v amos a negar que si te hace falta una coca pal cubata a las 2 de la mañana, hay están, vamos un servicio publico.
Y me han contado que ahora se han metido en el sector masajes, y con Happy end.
Ahora si me he convencido, un verdadero servicio publico, que les den una medalla, no me extraña que durante un tiempo no paguen impuestos y luego se pone a nombre de la esposa y otros añitos de gracia.
Pero si vas y le dices a la chinita, Por favor pan de Gambas, no yo no hablo chino se lo tienes que pedir a mi padre.¿es o no adaptación?
Vamos que como descubran el sector del taxi, la hemos cagao
Con pedir a la chinita el pan de gambas, me refiero a pedirlo en Mandarin, que pena que se pierda una cultura.
Cuidado con el argumento del constante dumping económico y social de China, que prescinde de los derechos humanos y de las obligaciones sociales para crecer más. Podemos convertir aquí en Europa el Estado social y las libertades en estorbos para crecer. Además, ¿no era la democracia el menos malo de todos los sistemas? El menos malo en todo el sentido de la palabra, incluida la posibilidad de crecimiento y de dar respuesta a las aspiraciones (también económicas) de la población.