SÁBADOS LITERARIOS. Los cuerpos

Joaquín Sorolla. "Desnudo de mujer". 1902

Estimulado por la lectura amena y jugosa del libro de Rafael Argullol Una educación sensorial. Historia personal del desnudo femenino en la pintura”, cruzo el trayecto que separa mi casa del Museo del Prado. La mañana del domingo de noviembre está fría pero soleada. Llevo la intención de detenerme en cuadros de marcado cariz erótico, y desde luego en los que reproduce Argullol en su ensayo, siempre que estén en la pinacoteca madrileña. Asegura el autor que descubrió el cuerpo femenino en la adolescencia a través de una historia del arte propiedad de su abuelo. Hoy eso sería impensable. La constante proliferación de imágenes abiertamente eróticas, cuando no pornográficas, ha hecho que se endurezca nuestra mirada. A estas alturas es muy difícil que la contemplación de una Venus rolliza, una Diana o una Afrodita nos exciten. Y es lástima, según nos cuenta  Argullol en su encantador viaje literario por los dominios donde la pintura se torna descaradamente carnal. Hay que olvidar lo que sabemos y aprender las primeras letras del gusto y el regusto sensual dejándose llevar por la sugestión y el encantamiento.

La libido se alimenta, desde luego, de lo que ve, pero todavía más de lo que se le oculta. Los grandes maestros de la pintura clásica conocen perfectamente la necesidad de imaginar que tiene el ser humano, de ahí que hasta la modelo más desnuda suela tener una mano o una hoja de parra sobre un punto estratégico de su anatomía. Tal vez no fuera mala cosa, ni manca, que alguna vez nos encerráramos en el baño con un buen libro de desnudos pictóricos y aprendiéramos a extraer música sensual de esas fastuosas y abundantes ninfas que pintaron Tiziano, Giorgione, Rubens, Velázquez o Klimt. ¿Es, acaso, pobre afán el de espolear el apetito venéreo mediante una armoniosa sacudida, de modo que allá donde la imaginación pida ayuda la mano toque el violín?

En el principio fueron las nalgas, lo muestra en carne viva y en rica prosa interpretativa Rafael Argullol en su libro. La reproducción de un fresco de la Villa de los Misterios en Pompeya eleva la imaginación más allá de la historia y del sexo hecho zoología para introducirnos en un territorio donde lo morboso emparenta con lo sagrado a través de la gracia caótica de lo báquico. A partir del Renacimiento la historia de la pintura con desnudos femeninos recupera los postulados clásicos y presenta a sucesivas damas, ninfas o señoritas ofreciéndonos el tentador mapa de su trasero o echadas de lado, con las piernas prietas y abundantes, escondiendo pícaramente el secreto último de la vida y del deseo. Nada que ver con la chabacanería de corte porno de las artes audiovisuales de hoy, donde nada se guarda para la imaginación porque todo se muestra como una mercancía anodina y de tan vista falta de embrujo.

Botticelli, Tiziano, Rubens, Rembrandt, Velázquez, Goya o Modiggliani algo sabían de los misterios, las gracias, las abundancias y el perfume de los cuerpos femeninos. Sus obras, hoy tan inocentes, están recomendadas para todos los públicos. Como postre, tras el empacho de golosas piernas, insondables traseros y pechos nacarados al óleo me concedo un tiempo de éxtasis frente a El jardín de las delicias de El Bosco, un decorado de merendola de los sentidos, de sublime confusión de colores y presencias, de eterno juego de la oca en una tarde con un sol que no quema pero abriga y una bacanal que es como un juguete para aquellos que quizá todavía seguimos venturosamente extraviados en los caminos de la infancia.

7 Responses to “SÁBADOS LITERARIOS. Los cuerpos”

  1. Curiosamente proliferan los desnudos femeninos y los masculinos hay que buscarlos insistentemente con lupa. ¡Pena de arte!… ; D

  2. ¡Qué desnudos estamos desnudos! No tienes ropas, no tienes nada: tienes sólo tu cuerpo, que eres tú. El ser desnudo entona su propia grandeza, su propia miseria: el pájaro mosca lo mancha y traspasa. Si todos desnudos acabarían las infamias. Quedémonos desnudos con lo que somos, que la noche pelirroja nos vea andar de cara al aire y una mano baje lentamente por la desnuda carne hasta arrancar el desnudo sonido. Desnuda te quiero. Desnuda boca arriba con tu pelo mojado y tus ojos abiertos.

  3. Es meritorio comprobar que en los últimos post de Tirado se escribe de ética y de estética pero no de política, considerando el momento preelectoral en que nos encontramos. Y es una suerte que, independientemente de la edad, algunos sigan “venturosamente extraviados en los caminos de la infancia”; ese lado infanto-juvenil nunca debe perderse. En efecto, en la actualidad es fácil el acceso a las imágenes pornográficas incluso antes de la adolescencia, cuyo resultado es un endurecimiento de la mirada, la sensibilidad y la imaginación.
    Salud, arte y capacidad imaginativa para todos!.

  4. Sueños. Cena con velitas, vino de Creta y la Venus de Milos en un petit bistrot. Tras un chaparrón compartir un Bed&Breakfast con la Venus del Espejo.
    What else?

  5. Estoy contigo, MEG, en que los desnudos masculinos brillan por su ausencia. Y no sólo en el arte, sino en prensa y televisión. Como muestra de ello, el revuelo que ha armado el desnudo de la Terelu Campos en Interview. Será ésta una expresión artística?. Probablemente a más de una nos gustaría ver las “interioridades” de algún que otro famoso. Pero habrá que hacer uso de la imaginación, atributo arraigado en las mujeres tal vez por esa carencia de lo explícito.
    Salud y arte para todos los gustos!.

  6. ¡OH,… ¡Cuerpo desnudo de mujer, Cuerpo desnudo y perfecto de una diosa. Suave oleaje en mar calma, fruto de la inspiración de los artistas, alimento de la fresca imaginación.
    Fotografía, imagen, descripción o solo una imagen en la mente, que mas da, cuerpo musculoso, rechonchote, con curvas dibujadas, mejor dicho labradas hasta llegar a la perfección.
    Como la entendió solo Sorolla, Rodin, Botero, Russ Meyer y hasta tú…
    … que intentas adivinar detrás de esa gasa, de ese encaje maravilloso, que no tapa, el tesoro y deja entrever ese cuento de nunca despertar y se realza como a un cuadro un buen marco.
    ¿Mil y una noches? Nooooooo, todas las noches de mi vida, por que renunciar a tanto.
    A la belleza

  7. Educando a nuestros hijos en la mas completa orfandad imaginativa – ahora loa niños no juegan sino videojuegan,no necesitan hacer jugadores de fútbol con chapas y recortables pues se los ofrecemos en monitor 3D, HD, y todas las Ds que seamos capaces de almacenar- estamos adiestrando partidarios de la pornografía en detrimento del erotismo.
    El ejercicio intelecto-lúdico-sensual de continuar escribiendo el guión, de manera imaginativa, que propone la insinuación erótica no complace en l,a sociedad instaurada en el “ya”, “ahora” y deprisa” que transitamos; nos decantamos por una pornografía directa, manida y repetitiva que nos aporte rápidamente ese estímulo necesario para inundar el sexo de ya no sabemos que.
    El arte, amigo Juan Antonio, amigos con-blogueros, ha sido la primera vez de muchos en la muerte, en el miedo, en la belleza, en el trabajo… también en el sexo y las señoras, aunque de manera mas exigua, también pùdieron descubrir a traves, por ejemplo, del David de Miguel Angel, que era eso que decían medía 20 cm., si bien ahora mediante el retoque fotográfico -me niego a utilizar el anglicismo con el que se conoce- decía, esos avances técnicos permiten no acabar con el mito longitudinal, y ya van teniendo ocasión de contemplar esos desproporcionados miembros, ¡que envidia!. Me viene a la memoria el de un famosillo conde, el de algún que otro torero… si bien yo aconsejo a las señoras vistan esas partes con una frondosa hoja de parra, tanto para activar la imaginación como para prolongar el estímulo.
    .

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