Carpe diem
El presente se está volviendo un valor refugio, algo así como el patrón oro del tiempo, que por definición es eso: oro. El Carpe diem es un viejo ideal epicúreo que resulta difícil de materializar, salvo en días como estos en que se tiene la completa seguridad de que mañana será peor que hoy. La evidencia es tan clara, la prima de riesgo tan previsible y tan puta, los dictados de la gran Alemania tan inexorables que no queda otra que vivir imaginativa y gozosamente el presente, hasta donde dé.
Es mentira y gorda esa de que se viva el presente a tope en los momentos de felicidad. En tal circunstancia el tiempo se escurre sin sentirlo y si acaso se tiene vértigo y algo de recelo ante la posibilidad de que se acabe lo bueno. Recuerdo que en mi juventud de facultad se oía mucho aquello de “a follar, a follar que el mundo se va a acabar”. Bueno, eso era un simple eslogan divertido en una época marcada por la crisis, como casi todas, pero en la que uno tenía la esperanza, más o menos fundada, de que el calendario se pareciera algo a la filosofía optimista de la medalla de la madre. Más que, menos que; ayer, mañana. Disipada esa utopía de andar por casa de que están hechos desde el marxismo a la democracia parlamentaria, en la caldera sin entrañas del neocapitalismo a la pekinesa que nos contiene no queda otra que agarrarnos al clavo ardiendo del hoy. Tempus fugit.
Y eso que en medio del páramo desolado, retrato de la nada al desnudo, de modo sorpresivo Mariano Rajoy nos ha dado una alegría al irse a Europa para plantarse con un par y ponerle a la música del déficit una letra propia. Esas décimas de fiebre de menos o de más no son cosa de poca importancia pues que en ello nos va un alivio, un mínimo atisbo de futuro en este tiempo en que como hemos quedado no hay refugio más seguro que el presente palmario. Si andaremos escasos de brotes verdes que por una vez casi todos los periódicos y los líderes de la oposición han aplaudido al gallego que hace nada y algo menos puso sobre la mesa del consejo de ministros una reforma laboral que tipos tan poco dudosos como Pedro J Ramírez calificaron de revolución. Y tanto que era una revolución. O un golpe de estado. Todo menos una reforma: oro legal para el empleador, limosna para el empleado.
Cerebrito Rajoy coronado con jipijapa pidiendo nanay el cabro baila con harta tinca pero poco tiene para culiar sólo le queda correr mano por mucho que trate de morder yute buscando salida. Le daremos chupete para mamadera quedará guatito tan lindo como un mijito. Como se siente poroto si no duerme mejor cantarle arrurrupata que viene la vaca a comerte el poto porque tiene caca. Así cerebrito Rajoy, el futre, se convierte en la séptima vieja por mucho que revuelva mixtos olorosos sobre el fuego o enjuague el inclinado ojo con una copita azul. Pobre quedará hecho un manga exangüe a la puerta de un convento en una noche lluviosa… y no abren.
P.D.: Respecto al Carpe diem soy de la opinión que si hoy has tenido un fracaso no debes satisfacerte en ello, mañana puedes fracasar mejor.
Sostiene Warren Buffet que el oro es un estorbo. Lo sacan de la tierra, lo derriten, caban otro agujero para esconderlo y encima pagan a la gente por cuidarlo.
Joder como el tiempo!
Carpe diem, Juan, Carpe Diem. Es el presente que se escapa camino del futuro que no sabemos como va a ser=. El pasado ya no existe y el futuro esta porvenir. El presente es lo unico que nos queda y es tan etereo y escaso que hay que recordar que Tempus fugit antes de que huya de verdad. Porque si no, no habra carpe diem ni nada que se le parezca. Disfrutemos el instante, por malo que sea. Porque lo que viene sera seguramente peor.
(Perdona que no lleve acentos ni tildes el post. Pero tengo desajustado el teclado despues de una reseteo a fondo sel sistema hecho por mi hija para deshacer un desaguidsado que no se por donde ha entrado ni por que se ha producido). Un beso
Estimado juan antonio,cada dia escribes mejor.Ya decía mi madre que el escribir y el rezar todo es empezar.Y diezmil kilometros es dar el primer paso.Estoy convencido que si sigues así nos podrás deleitar con una gran novela que hable del dolor de las clases bajas, a lo Victor Hugo,y del amor que se engendra en la pobreza.Salud y republica.
Para carpe diem el que se corren, me dicen, los mendigos de Valladolid. El consistorio presidido por el inefable y nunca bien ponderado León de la Riva ha decidido multar a los mendigos con sanciones de entre 750 y 1000 euros. Ante la amenza de la policia municipal pucelana provista de la correspondiente orden judicial para intervenir los 3/4 del cazillo de las limosnas, los indigentes vallisoletanos se han lanzado al conusmo de moet y beluga.
P.S. Animado por iniciativa tan loable, propongo que tras el nombramiento de Pilar Valiente para luchar contra el fraude, se coloque al frente del Plan contra la droga a Sito Miñanco. Otros han propuesto a Pocholo, que es muy divertido. Pero yo propongo a Sito Miñanco que representa la seriedad y eficacia de la iniciativa privada.