El recorte más brutal de la democracia a la filosofía. Por Juan Ramón Tirado Rozúa.

Immanuel Kant (1724- 1804)

Immanuel Kant (1724- 1804)

Aunque los focos mediáticos centran su atención en el catalán y el mayor protagonismo del adoctrinamiento religioso en las aulas, haciéndonos creer que se reducen a esto las novedades de la nueva ley educativa de “mejora de la calidad”, LOMCE, lo cierto es que el borrador contiene novedades de gran calado, que no deberían silenciarse: tres reválidas; se favorece más a la educación concertada; se dotará con más recursos a los centros con mejores resultados desconsiderando las carencias que pueda tener el alumnado de determinadas zonas menos favorecidas; la dirección de los centros, dotada de mayor poder, no se elegirá por los Consejos Escolares sino por la Administración; la gratuidad de la Educación Infantil y del Bachillerato puede peligrar; la casi desaparición de las asignaturas de perfil filosófico en la formación del alumnado, etc.

Centrándonos ahora en esta última cuestión, conviene destacar que el segundo borrador de la LOMCE, a diferencia del primero, -lo que pone de manifiesto un alto grado de improvisación en un tema tan serio como es la educación-, reduce notablemente la presencia de las asignaturas de perfil filosófico (de las cuatro asignaturas obligatorias actualmente en diferentes cursos académicos de la ESO y el Bachillerato únicamente queda como asignatura troncal la Filosofía en primero de Bachillerato). La Historia de la Filosofía, actualmente asignatura común o troncal en segundo de Bachillerato, queda relegada a una optativa de un largo listado que podrá ofertarse según decidan las comunidades autónomas y, en un segundo filtro, los propios centros educativos.

Quienes nos interesamos por una educación integral, ya sea como padres, alumnos o profesores, asistimos con perplejidad a lo que de un modo falaz se nos ha presentado como “mejora de la calidad de la educación”, como se autoproclama con tanto bombo esta ley. Un ejemplo notorio lo tenemos en la nula atención a la Historia de la Filosofía.

El Sr. Ministro Wert parece haber olvidado que nuestra tradición cultural admite desde hace siglos que la Filosofía –donde tiene un gran protagonismo su historia-, es probablemente la materia que de forma más natural se acomoda a la voluntad de promover y desarrollar integralmente la personalidad humana. Incluso parece haber olvidado que el espíritu libre, autónomo, racionalizador, crítico y creativo consagrado también por los principios teóricos de la LOMCE queda mutilado en la práctica al no asignar dotación horaria troncal a la disciplina que mejor promueve tal espíritu. También parece no prestar atención a la Comisión Nacional de Humanidades que, en su momento, recomendó que se potenciase la presencia de la filosofía en el Bachillerato. Desatiende, igualmente, las recomendaciones de la UNESCO en su informe, “La filosofía, una escuela de libertad”, donde atribuye a la filosofía un papel educativo fundamental, que debe formar parte del currículum básico de todo el alumnado. También parece ignorar nuestro ministro, tan preocupado por los pobres resultados en pruebas internacionales, como el informe PISA, que los países que mejores resultados obtienen en este tipo de pruebas (Finlandia, Canadá, Nueva Zelanda y Japón), coinciden con los que mayor importancia dan a la formación filosófica.

Podemos concluir, por tanto, que la LOMCE, por paradójico que pueda parecer con esa denominación tan autocomplaciente y tergiversadora, disminuye la calidad del sistema educativo español. Justo en un momento como este, en que estamos tan necesitados de ideas, de buenas ideas… el Sr. Wert quiere recortar el pensamiento. Y recortar el pensamiento significa recortar la capacidad de comprensión, razonamiento, comunicación, creatividad, libertad, juicio crítico, formación integral, maduración personal, etc.

Juan Ramón Tirado Rozúa es profesor de Filosofía.

11 Responses to “El recorte más brutal de la democracia a la filosofía. Por Juan Ramón Tirado Rozúa.”

  1. Somos muchos los que lamentamos la deriva del Ministerio de Educación que nos lleva a las cavernas, pero no a la caverna de Platón, sino a la de la más negra noche de los tiempos. Cansa decirlo pero este gobierno no se cansa de hacer recortes. Y el problema no es ya que no haya dinero, que a eso nos podemos ajustar, el drama es que el gobierno está aprovechando la mala coyuntura económica para imponernos una ideología liberal que ya fracasó en la GB de la Thatcher. Quieren ahondar las diferencias, en todos los sentidos, entre pobres y ricos. En ese contexto la filosofía está de más. La mayoría estamos de más. Menos Wert, ¡hay que ver!

  2. Señor Tirado, buenas noches. Ha escrito usted un artículo muy profundo. Realmente la educación debe llegar a todos. Y la Filosofía. Don José María Peman era un filósdfo a lomos de un caballo andaluz. Yo tuve grandes problemas para estudiar, lo hice en una escuela pública, ya sabe usted que tengo 79 años. Mi padre tuvo que trabajar duro para que yo terminara después el Bachiller. No quisiera que ningún niño pase ahora las dificultades que yo tuve que superar. El señor Wert está en un laberinto. A mí me gustaba poco como contertulio de radio, y ahora me gusta todavía menos como ministro. España se está hundiendo. Yo, por si acaso, he escrito mis memorias y las voy a presentar a algún premio literario a ver si lo gano y con ese dinero complemento mi pensión, después de trabajar 50 años en el Metro. Ojalá vengan tiempos mejores. El señor Wert es como Mourinho. Yo no sé si Mourinho ha mourinhizado a la sciedad española, o es la sociedad la que ha hecho de Mourinho lo que es. Aprovecho para saludar al señor Macaón, y para desearle a usted, señor Tirado, y a todos los que escriben en su blog, unas muy Felices Fiestas.

  3. Disertaba Platón en su Academia: “El origen de la filosofía es el asombro. La enfermedad del alma es la demencia, y las dos formas de demencia son la locura y la ignorancia. La superación de la ignorancia mediante la filosofía es necesaria para que el alma se cure de su enfermedad y sea lo que verdaderamente es: la posesión de la ciencia consistente en el conocimiento del ente verdadero”. Continúo con Platón: distinguía en el humano tres comportamientos, aptitudes básicas: una la concupiscencia (sexo, gula, holganza..), otra la irascibilidad (guerra, violencia, ira..) y la tercera la racionalidad (pensamiento, inteligencia, sensibilidad…). Me parece que tal ministro (y los que están delante o a su lado o detrás) con la sepia de su mugre reiría gustoso si lograse colocar al mínimo tal última disposición, o mejor negarla. Esta gente te cercenan las manos con el dedo metido en el culo.

  4. En mi bachillerato, tan lejano ya, aquel BUP de entonces, no recuerdo una asignatura que me “asombrara” tanto como la Filosofía. Todavía me vive el rescoldo de aquella historia fantástica en la que no salían César, Carlomagno y Carlos V, sino Platón, Aristóteles y Hegel. Después, a mi aire, he seguido leyendo bastantes libros de filosofía. La iniciativa del ministro “No VER” es una puñalada trapera en el corazón de la cultura y la educación clásicas. Una puñetera vergüenza de un puñetero gobierno que no dice una puñetera verdad ni hace una puñetera cosa buena. ¡Puñetas, a ver si en el 13 el gobierno se va a hacer gárgaras”!

  5. Imagino que el que escribe es tu primo o sobrino, el filósofo. Qué bien hubiera hecho el reportaje sobre la educación, dile que lo vea y nos cuente.

  6. Recibo y devuelvo el saludo Sr. Pancracio. Percibo que gusta airear la edad, me parece bien aunque ignoro si lo hace por despertar admiración o misericordia. Allá en mi sureña playa cuando llega el tiempo espeso a los de su edad me los llevan y bien menean, también ignoro si es para darles cosquilleos de vida o para rematarlos. Los suelo observar con curiosidad. Por sus reprimidas risas y leves convulsiones creo que el salitre les conmueve la libídine. Es injusto excusar a la juventud de buscar sus placeres y prohibir a la vejez el buscarlos. Ninguna carne, por ajada que se halle, jamás se despoja del deseo ni del seco polvo de amor en la mirada. Siempre me complace verlos aunque dejen mi playa con olor a babucha y colutorio, pero no todo va a ser olor a sobaco de quinceañera. Aunque presume de “pemaniano” sé muy bien que es usted hombre conocedor de sabios pergaminos y no me extrañaría que haya leído a Cicerón, se lo recuerdo: “la vejez es honorable si sabe defenderse ella misma, si mantiene su derecho, si a nadie se liga y si hasta el último aliento ejerce el dominio sobre lo suyo. Yo tanto apruebo al joven en el cual se aprecia algo de viejo, como al viejo en el cual se aprecia algo de joven”. Un saludo a todos en estos días de saludos.

  7. Mire usted, señor profesor Rozúa, que la educación es un desastre en España lo sabe cualquiera, empezando por Rubalcaba. Suya, en los tiempos gonzaleos, es la mal afamada LOGSE, sin duda el mayor engendro educativo de nuestra historia, tan viciosa, tan viciada, tan perversa que no hay señor Wert capaz de saltársela. Su espíritu y buena parte de su letra sigue en vigor para mal de estas y otras gneraciones, así que déjense de monsergas usted y todo el coro de comentaristas. No es políticamente correcto decirlo pero para educación clásica, con todo su latín, su griego y su filosofía la de la España de los sesenta. Así son las cosas y así quería contárselas. Felices fiestas a todos y muy en especial a usted, señor profesor.

  8. Señor Tirado, aprovecho para felicitar las Pascuas a usted y a todos los que escriben en su blog. En especial, una vez más, al señor Macaón. El señor Macaón evidencia que es un hombre cultísimo, muy por encima de mi preparación y de mis lecturas, que van poco más allá de don José María Pemán y de don Miguel Delibes, que en su libro, ‘La hoja roja’, que fue llevado al teatro, como tantas obras suyas, escribió: “La jubilación es la entesala de la muerte”. En esa antesala me encuentro yo, leyendo el ‘ABC’ y el ‘Marca’, por lo de Mourinho. Mire, señor Macaón, el problema de la ensañanza en España se solucionaba devolviendo a las escuelas la Enciclopedia Álvarez y la palmeta. Sólo así. La enciclopedia ‘Álvarez, intuitiva, sintética y práctica’, que así se subtitulaba, si ustedes recuerdan, formó a la mejor generación y más honrada de españoles, serios y trabajadores, desde don Adolfo Suárez y don Manuel Fraga, al último funcionario. Y la palmeta hizo mucho para calentarnos del frío y dar disciplina. Mi maestro, don Pelegrín, incluso, en su fondo de persona democrática, nos daba a elegir a sus alumnos si preferíamos los doce palmetazos en una sola mano, o media docena en cada mano, o de uno en uno, pero con la advertencia de que cada vez que quitáramos la mano era un palmetazo más. Así surgió la mejor generación de españoles. La del trabajo para toda la vida, la de la Seguridad Social, la de las calles sin delincuancia. Ese es el camino que debería emprender el señor Wert. Menos Filosofía, y más palmetazos.

  9. Cansino esto de la derecha antigua en el insano uso del lenguaje: insultos, denuestos, invectivas, todo rencor en la boca. Don Gerundio, lo que el profesor Rozúa, como gusta llamarle, aporta en su escrito son hechos palpables, concretos, reales, extraídos de datos e informes oficiales. ¿Qué aporta usted si no más que pseudo opiniones ambiguas, sesgadas y cargadas de fobia ideológica?

  10. Yo comparezco para felicitar a este joven, Juan Ramón, por su escrito. Así doy fe de que yo creo en la cantera, sí, pero en una cantera preparada por Juan Antonio Tirado, no por Toril. Es Filosofía lo que necesita el hombre, porque de lo contrario ocurre lo que a mí, que termina uno fuera de sus Casillas. Muy bien Juan Ramón. Y por cierto, ¿Platón qué es, un plato muy grande?

  11. El sistema educativo consiste en conseguir que los apuntes que tiene el profesor en su libreta acaben en la del estudiante sin pasar por el cerebro ni del uno ni del otro. Eso decía Mark Twain en el siglo XIX, pero, tras leer la proposición de ley de José Ignacio Wert, veo que también es la política educativa del PP en la actualidad.

    El sistema educativo español no funciona. Ningún maestro honesto puede mirar a los ojos de sus estudiantes y prometerles que si se esfuerzan, estudian y hacen todo lo que se les dice, la vida les irá bien: muchos de los chavales que han obtenido matrículas de honor a lo largo de su vida están hoy en el paro. ¡Eso sí que es fracaso escolar!

    A pesar de que el mundo ha cambiado radicalmente durante las últimas décadas, el sistema educativo casi no ha evolucionado: seguimos con el profesor en su tarima, su pizarra y su tiza y los estudiantes con sus apuntes, sus pupitres y su memorización. ¡Tal como describía Mark Twain!

    El sistema educativo occidental se diseñó para dar una educación uniformizada a unos ciudadanos destinados a ser piezas intercambiables de un engranaje industrial donde los trabajadores no tenían que pensar y crear sino obedecer y reproducir mecánicamente. Por eso la educación premiaba la disciplina y la memorización y castigaba la creatividad y la originalidad. La curiosidad que tienen todos los niños al nacer desaparecía a medida que crecían: los chavales que entraban en el parvulario preguntando “¿y por qué?”, salían de la universidad como autómatas: preparados para formar parte de la gran fábrica occidental… pero casi sin capacidad de preguntar, criticar, imaginar o crear.

    El problema es que desde los años setenta, unos 4.000 millones de trabajadores asiáticos han decidido producir exactamente lo mismo que nosotros, pero a precios inferiores y con mayor calidad. Y cuando no puedes hacer las cosas ni más baratas ni mejor que la competencia, sólo puedes hacer las cosas distintas. Cosas nuevas. Innovar. Eso lo sabe cualquier propietario de restaurante al que le han colocado un restaurante parecido en la calle de enfrente: para sobrevivir en el negocio, uno no debe bajar un céntimo el precio de la Coca-Cola ni, mucho menos, debe montar un centro de I+D para restaurantes. Hay que atraer de nuevo a la clientela haciendo cosas nuevas: ambiente distinto, carta cambiada, estilo renovado. La innovación sustituye al precio como mecanismo para ser competitivo. Y eso que es cierto para los restaurantes también lo es para productores de vino, tiendas de ropa, equipos de fútbol, circos o constructores de muebles. ¡Todos! La innovación no es una cosa de países ricos y sectores tecnológicos. Es una cosa de todos los países y todos los sectores.

    Pero para conseguirlo es necesario un sistema educativo muy distinto. Por eso, los mejores expertos en pedagogía, sociología y economía del planeta están manteniendo un debate fascinante sobre cómo adaptarse a un mundo donde ya no basta con ser disciplinado, responder y memorizar sino que se va a tener que criticar, pensar, preguntar y crear. Adaptarse a un mundo donde las nuevas tecnologías permiten individualizar en lugar de homogeneizar la educación. Para ello se está pensando, por ejemplo, en cómo aprovechar la obsesión que tienen los niños por “superar niveles o pantallas” en los videojuegos para motivarlos a aprender. Se está estudiando cómo las nuevas formas de lectura por internet, llenas de hipervínculos, cambian el cerebro lineal de los padres (donde el capítulo dos siempre va después del uno y antes del tres) y lo adaptan a la nube (lees el capítulo uno y un hipervínculo te lleva al capítulo 47 y, de allí, pasas al tres para volver de nuevo al uno). Se está considerando la tendencia de nuestros jóvenes a escribir en Wikipedia, Twitter, Facebook y todo tipo de foros tecnológicos, políticos y deportivos (eso que llamamos web 2.0) para convertirlos en una gigantesca red de profesores particulares a la que puedan acceder los niños de todo el mundo.

    Se está incluso pensando en invertir el papel del profesor en el aula: en lugar de que 10.000 profesores den la misma clase de ecuaciones lineales en 10.000 colegios distintos mientras los niños toman apuntes, se podría requerir que cada uno de los estudiantes viera el vídeo del mejor profesor del mundo en temas de ecuaciones lineales desde su casa. Cada uno a su ritmo y según sus posibilidades. El tiempo del profesor quedaría liberado para dedicarlo individualmente al estudiante con problemas. Lo que antes se hacía en el aula se hace en casa, y viceversa.

    El mundo está viviendo, pues, una revolución educativa de la que nuestros niños no pueden quedar al margen. Por eso esperaba con ilusión la propuesta de reforma educativa del PP. Pero mi decepción ha sido mayúscula al ver que el ministro Wert ha producido un bodrio tercermundista, infumable e intervencionista que piensa que la reforma educativa consiste en cambiar el número de horas de cada asignatura como si eso lo tuviera que decidir un funcionario. La nueva ley ni diagnostica los problemas del sistema educativo español ni propone ni una sola solución inteligente. Es más, da la impresión de que el único objetivo del PP ha sido ajustar cuentas con el PSOE en temas de religión, historia y sociedad y con los “nacionalistas periféricos” en temas de lengua y españolidad. El problema es que ese ajuste de cuentas tiene un coste pantagruélico para los niños ya que pone en peligro el futuro de toda una generación. Y eso, señor Wert, es una inmoralidad.

Discussion area - Dejar un comentario






He leído y acepto las condiciones generales y la política de privacidad


Información básica sobre protección de datos
Responsable: REVISTA REINADO SOCIAL 21RS (más info)
Finalidad: • Gestión de la adquisición del producto, suscripción o donativo, así como la tramitación de los mismos.
• Envío de comunicaciones relacionadas con el proceso de compra, las suscripciones o los donativos.
• Envío de comunicaciones y ofertas comerciales, por diferentes medios, incluidos los medios electrónicos (email, SMS, entre otros). (más info)
Legitimación: Ejecución de una compra online, suscripción o donativo. (más info)
Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. (más info)
Derechos: Acceso, rectificación, supresión, cancelación, y oposición. En determinados casos derecho a la limitación del tratamiento de sus datos. (más info)
Información adicional: Puede consultar toda la información completa sobre protección de datos a través del siguiente enlace (más info)
Los enlaces de (más info)