La vuelta de Fernando Torres. Por Luis E. Siles
Fernando Torres no es un crack, ni un jugador ‘top’ -término que se emplea ahora mucho en los debates nocturnos de la telerrosa futbolística-, sino un jugador brillante, eficaz, y, en muchos casos, decisivo -aquel inolvidable gol marcado a Alemania que dio la Eurocopa a La Roja en 2008. Torres, además, no tiene fans, como ocurre con los jugadores de élite, sino personas que se sienten sus amigos. Al ‘Niño’ no se le admira: se le quiere. La fotografía de Torres, más que en un póster pegado con chinchetas a la pared de una habitación de la casa, se la coloca bien enmarcada en la mesita de la sala de estar junto a la del resto de la familia. ‘El Niño’, en definitiva, es cercanía. Dicho en lenguaje cinematográfico: uno de los nuestros.
A Torres se le quiere no desde que se convirtió en un gran delantero centro, sino desde antes de debutar con la rojiblanca frente al Albacete en Segunda División. Porque es uno de los pocos futbolistas que parece que no nacieron en el ala de Maternidad de un hospital, sino dentro de un escudo: el del Atlético. La hinchada lo acogió rápidamente como a un hijo. Y durante estos años se ha dicho que Torres, inmediatamente después de terminar sus partidos con la camiseta del Liverpool o del Chelsea, iba a su casa a ver por televisión la grabación del encuentro disputado ese día por el Atlético.
Torres es del Atlético. Siente como los de la grada, sólo que juega en el campo. A veces he experimentado una sensación extraña. He recordado los pósters del Atlético que publicaba el As-Color de mi infancia -los futbolistas que más quiere cualquier aficionado son los de su época de niño- y he creído ver en ellos a Fernando Torres. De modo que en aquel póster del Atlético de 1972 aparecen en mi mente: Rodri; Melo, Jayo, Calleja; Adelardo, Iglesias; Ufarte, Luis, Gárate, Fernando Torres y Alberto… Gárate pasa su brazo izquierdo sobre la espalda de Torres. Entonces realizo un esfuerzo de memoria y es realmente Irureta el que ocupa ese lugar. Pero Torres tiene un sitio en la mitología emocional del Atlético. Uno lo imagina jugando con Gárate, Luis y Collar un partido inacabable e importantísimo dentro de la esencia rojiblanca.
El fútbol es pasión, es el terruño, decía un personaje de la extraordinaria
Luis Eduardo Siles
película ‘Futbolín’. Resulta complicado formular un análisis sobre lo que puede aportar Fernando Torres al Atlético actual, campeón de Liga y subcampeón de Europa, cuando él jugó escoltado, por ejemplo, por futbolistas como Jorge Larena, Sergi Barjuán -llegó del Barça sin oxígeno ya en los pulmones- o un portero llamado Juanma. El Niño forma parte de la mitología rojiblanca desde los 17 años. Ahora vuelve al Atlético. Retorna con su corazón y su mente dispuestos para el triunfo, y sus piernas, desgastadas por las lesiones y la herida del tiempo, responderán cuando Fernando se reencuentre con su condición de leyenda.Una viñeta de Forges lo decía en El País del 30 de diciembre de 2014: “Torres vuelve al Atlético”. “Claro, donde esté el Aleti que se quite la Fiscalía General del Estado”.
Pues eso.
Sin fuelle, por culpa de la gripe, sin ADSL doméstico ni más inspiración que la que debo al glorioso Bisolvón Compósitum, al que mi madre me engachó tempranamente con la excusa de la tos, reúno fuerzas para desear a los contertulios de este foro gran fortuna y felicidad. Con este Torres (muy dulce su regreso, lo agradecemos) puede pasar cualquier cosa en el Atleti, desde que brille mas (aun) la audacia de El Cholo hasta que se oscurezca su deslumbrante hegemonia por celos o insperados avatares. No se si Torres era lo que necesitaba deportivamente el Atleti. No se si ha debido volver, aunque estemos tan cotentos con su vuelta. Todo se verá a la vuelta de esta esquina con uvas y campanas. Manana seremos, todavía, un poco más jovenes
Yo soy nominalista .O simbolusta .No realista. Porque esta es cambiante y a esta la cambia.el símbolo.Es decir idea pero no la absoluta.Fernando Torres.desde Ahi se divisa un futuro prometedor.
Dejando a un lado la prosa fantástica (de fantasía, imaginativa) de mesié Siles, creo que está aviado el atleti si cree que va a conquistar la gloria de la 1ª con el decadente Torres.
No tengo muy claro que Torres sea rentable. Otra cosa es lo que simboliza para el Atleti.
¡Que tierno Siles!. Estoy por escribir un post similar cuando el “niño” Raúl regrese al Madrid.
Torres no es ni la sombra de lo que fue. Todos los jugadores precoces (caso de estos dos y si quieres puedes añadir a Butragueño, por ejemplo) tienen un recorrido máximo de 10 años en la elite del futbol, tras debutar a los 17 años.
¡Desengáñense, Torres es un paquete que os ha dejado el Chelsea en el árbol de navidad de este año!.
¡Criaturas atletistas…!
Según lo ve un bético como yo, romántico como un atlético (más aun por razones económicas fáciles de entender). Don Pedro tiene razón, tiene su razón digamos mercantil. Los futbolistas como el ganado tienen una fecha de caducidad y en ese sentido sin ser tan expeditivo como él está claro que Torres está más cerca del final que de otro sitio. Ahora bien, lo que hemos visto estos días ha sido un bonito espectáculo protagonizado por unos aficionados que exaltan los valores de la fidelidad deportiva, y eso, créame, en un mundo como el futbolístico donde los futbolistas no son más que mercenarios y esclavos de unas marcas y unos agentes es un hecho hermoso. Por lo demás, señor Macaón lo de decadente yo no lo diría con la boca muy grande. En fin, así lo ve un bético, ignoro si mi hermano don Gerundio, como sevillista que es tendría algo que decir.
Esta es su casa. Torres es El Niño pródigo que dejó un equipo de renombre por títulos y vuelve al cabo a un Atlético de títulos sin su nombre. Intachable. La vida. Fútbol.
Don Perfecto: me avergüenza ese espectáculo de los aficionados a los que usted alude.
Lo de Messi jaleado cuando compareció en los juzgados por defraudar al fisco es bochornoso. Y lo del idolatrado Cristiano, que se cabrea cuando el Madrid gana 4-0 pero él no marca.
El caso de Torres es diferente. Creo que porque él es diferente.
No sé lo que aportará en el campo, pero es una indudable inyección para el Atlet.
En líneas generales estoy de acuerdo con Vd., con Matamorón e incluso con Lucía Vilaplana.
Me alegraría que el Atlético ganara la primera con gol de Torres pero me parece más probable que el Madrid gane la décimo primera con gol de Ronaldo.
El pintor inglés Turner, según nos recuerda la película recién estrenada, murió exclamando: “El Sol es Dios”. Después de que 40.000 personas hayan acudido a la presentación del Niño en el Vicente Calderón, se puede decir abiertamente: “El Niño es Dios!!!”.
Para un pueblo hambriento e inactivo la sola forma en que Dios puede aparecer es en la de trabajo y comida.
En las banderas nazis aparecía escrito Gott mit uns: “Dios está con nosotros”.
Y con tu espíritu.
Una sutil diferencia entre las aficiones del Real Madrid y la del Atlético: el trato dado a Casillas y Fernando Torres, símbolos e iconos de las respectivas parroquias.