Y después de la Infancia Misionera, ¿qué?
¡Qué rápido avanza el calendario pastoral!, ¡con qué inmediatez pasan las actividades programadas! Y mientras… seguimos sin detenernos a reflexionar, con la oración misionera, por dónde seguir avanzando y caminando para hacer una pastoral misionera más alegre, entusiasta, centrada en lo esencial: el Evangelio de Jesucristo.
Este año tenemos un momento importante, que puede ser considerado como “bisagra” para la pastoral misionera: el Mes Misionero Extraordinario. Son muchas las diócesis que encaminan sus actividades y proyectos hacia ese acontecimiento misionero universal, convocado por el Papa Francisco, que nos vuelve a recordar que estamos en estado permanente de misión.
Pero mientras, ¿qué hacemos? Acabamos de pasar la Jornada de la Infancia Misionera en España (el pasado 27 de enero), y también nos podemos preguntar: “y después de la Infancia Misionera, ¿qué?”. ¿Qué hacemos ahora con los niños?, ¿dejamos de hablar de la misión y les apartamos de la pastoral misionera?, ¿acaso solo vivimos la Jornada de la Infancia Misionera como un día “concreto, separado, sin desarrollo y solo celebrativo” ?, ¿replegamos cualquier actividad o posibilidad de hacer vivir el entusiasmo misionero a los niños y niñas?, ¿abandonamos hasta el próximo año cualquier iniciativa infantil que hable de la opción misionera a los niños?
Podría parecer evidente la respuesta, pero en ocasiones es bueno ponerlo sobre el papel, letra con letra, para evidenciar que es mucho lo que tenemos que hacer para sentirnos contagiados mutuamente: que el entusiasmo misionero de los niños no se apague, que el entusiasmo misionero de los niños nos ayude a no apagarnos.
Es momento de recordar que después de la Infancia Misionera viene más Infancia Misionera. Y para ello es acertado cambiar la mirada para aportar “procesos”, que nos ayude a trabajar a largo plazo, sin obsesionarnos por resultados inmediatos, como recuerda el Papa Francisco en Evangelii Gaudium (número 223). Prosigue el Papa afirmando que “se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad”.
¡Eso es lo que nos presenta la Infancia Misionera en España! Una posibilidad real de generar dinamismos nuevos en la sociedad, que involucran a muchos actores (padres, madres, profesores, catequistas), aunque deberíamos ser más valientes para otorgar un protagonismo necesario a los niños de la Infancia Misionera. Al igual que en otros ámbitos sociales solemos leer y escuchar sobre los “Consejos de Participación Infantil”, en la pastoral misionera también se debería empezar a lanzar “Consejos de Participación Misionera Infantil”, donde los niños y las niñas pueden evaluar los materiales, aportar sus ideas, proponer cambios… para que la pastoral misionera infantil sea una pastoral misioneras con los niños y no sin ellos. Solo de esa manera podemos ver el impacto real de las actividades que se dirigen en la animación misionera a todos los niños y niñas.
Las Obras Misionales Pontificias en España han aportado una herramienta eficaz para dar esos primeros pasos de participación misionera infantil. Se trata de la guía para trabajar la dimensión misionera de los niños de 6 a 12 años en los colegios, parroquias, familias, titulado “Con Jesús niño a la Misión”. Un itinerario que puede ayudar, que está ayudando a las direcciones diocesanas de OMP en España para trabajar con los niños, y que se presenta con el horizonte de trabajo de cuatro años.
Para conocer más de esta iniciativa de OMP España se puede acceder a la página web https://www.omp.es/infancia-misionera/, donde se nos presenta la Infancia Misionera como una escuela de pequeños misioneros y una escuela de solidaridad, invitando a los niños a seguir a Jesús y anunciar su Evangelio.
Desde esta iniciativa podemos comenzar un camino en el que se abran nuevos cauces de comunicación y participación con los niños. ¿Qué os parece el reto?, ¿aprovechamos el impulso de la Infancia Misionera para que los niños se sientan protagonistas de este itinerario que nos hace recordar lo central y esencial de la Santa Infancia?
¡Ánimo!, que la Infancia Misionera es el reflejo más alegre de la animación misionera en nuestras Diócesis. ¡Trabajando con los niños por el Evangelio!
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