¿Suplantar la voz africana?
En la Revista Mundo Negro, revista de referencia de los Misioneros Combonianos, encontramos estos días un artículo de interés de Mbuyi Kabunda, presidente de la Asociación Española de Africanistas, titulado “Si África desapareciera del mapa”.
Un artículo que nos llama la atención sobre la importancia de una cooperación adecuada, que cuente con los africanos. ¿Contar con los africanos? Puede parecer una obviedad, pero todavía seguimos emprendiendo una cooperación ajena a los africanos, ajena a las personas que están viviendo una realidad diversa.
Es necesario que los africanos se expresen. No podemos ofrecer a priori las preguntas y las respuestas. Tampoco en la Iglesia, en la acción misionera. No podemos suplantar la voz africana, tan plural y llena de manifestaciones propias.
“África está enferma de Occidente y de sus propios dirigentes”, afirma Mbuyi Kabunda, y no le falta razón. Occidente ha querido occidentalizar a África, Occidente ha querido y sigue intentando “domesticar” a África, Occidente no entiende los principios básicos de la cooperación para el desarrollo y del desarrollo sostenible.
Suplantar la voz no quiere decir que las aportaciones sean acertadas. Suplantar la voz no es un indicador de equilibrio o de certeza. Suplantar la voz es anular la voz propia, lo que provoca dudas en todos los lugares.
Del artículo publicado en la Revista Mundo Negro quisiera destacar el último párrafo, que por ser concreto nos ayuda mucho:
“La lucha contra la pobreza debe partir de restructuraciones internas y externas. El verdadero desarrollo es el que coloca al ser humano en el centro de su proyecto; es aquel que prioriza el desarrollo de la población (salud y educación), por la población (participación en la producción y en la toma de decisiones) y para la población (mejora del bienestar y reducción de las desigualdades). Es decir, homocentrismo y sociocentrismo. África debe transformar sus recursos en riquezas y dar prioridad al made in África and for África. El desarrollo es, ante todo, endógeno y afrocentrista; debe acabar con la extroversión cultural e intelectual, así como promover la institución y promoción de la economía popular”.
Insistimos en la centralidad del ser humano, del hombre y la mujer, en los proyectos de cooperación. Insistimos en el homocentrismo y el sociocentrismo. Pero pensando en el artículo, reflexionando sobre el mismo, ¿acaso no es lo que han venido haciendo los misioneros y las misioneras en los últimos años en África?
Los misioneros y las misioneras siempre caminan con el pueblo, por ello nunca suplantan la voz y tampoco la anulan. Los misioneros forman parte del pueblo, llegando a entregar su propia vida por África. Recordemos a los Padres Miguel Pajares y Manuel García Viejo, ejemplos de entrega, cuya vida entregaron afectados por el ébola. Pongamos en nuestro recuerdo, nuevamente, al Padre Antonio César Fernández, “un salesiano para África” (como destaca la Revista Misioneros en su número de marzo), que también entregó su vida.
Estos misioneros nos muestran el camino para vivir con África y no que vivamos de África. Es el testimonio de tantos y tantos misioneros y misioneras que viven y se desviven, desde el Evangelio, para África, apostando por su verdadero desarrollo.
Mientras, desde “Occidente”, seguiremos levantando muros y fronteras, buscaremos que el Mar Mediterráneo sea abismo y nunca lugar de encuentro. Haremos que la historia, el día de mañana, nos juzgue por nuestra pasividad y ausencia, porque nos estamos constituyendo como antihumanos suplantando la voz de África.
Pero el ejemplo de los misioneros y las misioneras nos dan pautas para poder avanzar en un desarrollo más auténticamente africano. Los misioneros y misioneras, así como diversas ONGD, como la ONGD Misión América, están con África y en África.
La ONGD Misión América es una de las demostraciones que con muy poco en África se puede vivir un desarrollo alegre, emocionante y apasionante. No, no se equivoquen, siempre de la mano de África, de los africanos y las africanas, y nunca de espaldas.
África nos interpela. ¿A qué esperas para ser interpelado? ¡Sus enseñanzas nos hacen caminar! En Mundo Negro encontrarás muchas más historias que te ayudarán a vivirlo. Es el momento para que en vez de suplantar su voz seamos capaces de conocerla, descubrirla y, ¡sobre todo!, escucharla para ponerla en acción.
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