La emoción efímera del gol
Vicente Marco, fallecido hace varios años
Escribió Alberti: “Yo nací -¡respetadme!- con el cine”. Y con rebote simpático le replicó Gil de Biedma: “Yo nací (perdonadme) en la edad de la pérgola y el tenis”. Con ritmo más prosaico diré: “yo nací –admiradme-, a la sombra de Carrusel deportivo”. La radio movilizó en mí un torrente de energías en catarata y antes de ver en televisión un partido de fútbol mi imaginación era una olla caliente forjada al calor de voces todopoderosas y respiraciones singulares. Vicente Marco era el capitán de un grupo fascinante de locutores. Pepe Bermejo en el Calderón o en el Bernabeu. Juan Tribuna en el campo del Sevilla o el del Betis. Miguel Domínguez en Valencia. Antonio de Rojo en Bilbao. Paco Vargas en Córdoba. José Amador en Málaga. Animador, Joaquín Prat. Juan de Toro y sus anuncios de anís Castellana. Y un Hércules de las ondas, de voz imposible y carácter invencible, José María García, desplazado cada semana al partido de la jornada. Hablo de aquellos tiempos en que yo era niño y por tanto héroe, podría hablar de hoy mismo. No conozco mayor factoría de sueños que la radio, ni sé de un programa en que quepa más emoción que un carrusel deportivo, con independencia del título y la cadena en que se emita. Mi memoria niña es tan fiel al nombre de los locutores como al de los jugadores y unos y otros compiten en el imaginario mitológico. Apenas recuerdo varios presidentes, y eso que por aquel entonces había todavía dirigentes con el sello autocrático de la época pero con una categoría que hoy resulta inimaginable.
Los directivos de la Liga de Fútbol Profesional, esos a los que los jugadores le acaban de hacer una huelga no justa, sino justísima, son lo peor de cada casa. No exageraría quien dijera que son una colección de tipos sin escrúpulos, forjados en el ladrillo podrido y en la corrupción, ventajistas y casi siempre indeseables. Sinvergüenzas todos y muchos de ellos, además, idiotas que están dejando que la antaño emocionante liga de fútbol esté quedando bajo la exclusiva competencia de dos. Estos tipejos (¿para qué vamos a suavizar el lenguaje?) que ahora se han propuesto cobrar un canon a las radios, total unas migajas para seguir alimentando su bulimia y su incompetencia, han sido incapaces de hacer frente a Madrid y Barcelona para hacer valer sus derechos televisivos. Es curioso que apenas podamos salvar, a alguien tan insalvable por otros conceptos, como José María del Nido, presidente del Sevilla. Pero él está luchando por un mejor reparto de los derechos televisivos, ha roto el consenso de paripé de los demás presidentes y ha dejado entrar a las radios al Sánchez Pizjuán. Astiazarán, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, es un personaje tan anodino que cualquier foto delata su alma, y entre los más indeseables de este circo figuran Cerezo y Gil Marín, que no han tenido reparo en que el Atlético debute a las doce, compitiendo así sin piedad con los clubes de las categorías inferiores. Porque esa es otra, estos bravucones
Juan Tribuna, rondando el siglo
señores de la LFP han logrado por hacer pedazos la unidad de horario de los partidos, lo que va en detrimento de la emoción y el sentido del espectáculo pero no de su afán recaudador. Con todo, un número disparatado de clubes de primera y segunda están en suspensión de pagos y las deudas son pavorosas incluidas la del Barcelona y la del Madrid. En tiempos de crisis, quizá habría que obligar constitucionalmente a esta banda de majaderos a actuar con responsabilidad económica. En fin, que lamento haberme puesto acre y no haber seguido la vía evocadora de los viejos carruseles. También de los nuevos. Conozco a mucha gente a la que apasiona el sonido cantarín de las ondas, aunque con ninguno comparto tantos recuerdos como con Luis Eduardo Siles, que ahora tiene un comentario en Canal Sur Radio los domingos en la línea del histórico Gilera o el inolvidable Alex Botines. Siempre nos quedarán maestros.
Bienvenido a las “ondas” y como siempre enhorabuena por tus frases con sentido,aunque en esta ocasión creo que se te ha olvidado mencionar a la mano que mueve los hilos de esa chusma de la LFP. El “puto amo” de la pasta y de la tele que se llama Roures. El ideólogo de ese desparrame horario que aborta la emoción de los resultados y de hasta la quiniela para vender los partidos del mediodía a los telespectadores chinos. Y que debe creer que está inventando el fútbol del futuro cuando en realidad lo está destruyendo. Creo que también ha creído en el imbécil de Zapatero. O ha sido al revés. Un abrazo.
No hace mucho leí un estudio sobre valoración y relevancia de grandes personajes históricos. Por supuesto que Shakespeare o Newton estaban muy por debajo de David Beckham o Madonna. El culto al jugador de fútbol, la idolatría a la estrella del pop y la ostentación del magnate reflejan la demencial riqueza de todos ellos. Al mismo tiempo, el desprecio y la indiferencia que inspiran las pasiones intelectuales y la creatividad cuando no son remunerativas concuerdan exactamente con las jerarquías financieras. El dinero se regocija en su grosera omnipotencia. ¿Merece la pena hablar de fútbol?
Del estadio en el ángulo oscuro,
de las ondas tal vez olvidado,
silencioso y cubierto de polvo,
veíase el hincha.
¡Cuántas tardes soñando en las tardes,
con la apuesta en la cola los viernes,
y esperando al domingo en la radio
pa saber si ya soy millonario!
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!
¡Eh tu despierta y vete a la cama….!
Ahora que estaba tan agustito en mi sofá y que había encontrado la postura.
Con todo J.Antonio, siento que somos nosotros los que damos pie a los indeseables y al mundo del fútbol actual. Que pasaría si pasáramos del fútbol…¿nos pueden los sentimientos?.
Porque mi cabeza me dice que si un club debe 500, 1000 ó 2000 millones, no puede ser que se le permita fichar a un jugador por 40 millones…A cualquier humano no se le deja comprar otra casa si le debe al banco meses de hipoteca…Se permite y todos somos partícipe…¿Qué tal si hacemos huelga de aficionados? ¿Cambiaría algo?…Seguro que no, pero…
Por eso, casi quedarse con los recuerdos de la radio deportiva cuando joven, de esos goles en las Gaunas, la Nova Creu Alta o Sarría. Porque la ilusión e inocencia de la niñez no te hacía ver la asquerosa realidad mercantil en la que se ha convertido el negocio de miles de sentimientos…
El artículo de Tirado es un grito. Cargado de razón y emocionante. Desde el punto de vista literario una gozada.
Por mi parte propondría a Del Nido, y a todos los presidentes que se quejan, que se presentaran con los juveniles a jugar sus partidos contra Madrid y Barça. En un mes Astiazarán,. Roures, Florentino y Cía. quedarían agarrados a la brocha y sin escalera.
El problema es otro como señala Alejandro G. Caemos en la trampa del fútbol como anestésico.
Sería un drama para este país que Mourinho se fuera a entrenar a la Sampdoria. Solo nos quedarían los mercados. Y nuestras miserias.
Por cierto, si se va que se lleve, también, a Guardiola.